Un Barça rompedor no da opción al Estrella Roja en el Blaugrana
Tomic, que se cargó un tablero, Ribas y Koponen lideraron la acometida de los azulgrana, que por fin vivieron un triunfo aplastante
A pesar de que las opciones de clasificación del Barça casi habían desaparecido en la Euroliga, la visita del Estrella Roja al Palau no propició un partido para disfrutar. Más bien, fue un test de dureza y consistencia, falto de fluidez, metalúrgico y espeso.
Los azulgrana, a pesar de la posible falta de motivación, lo pasaron con buena nota superando al equipo serbio (88-54) y ofreciendo sensaciones esperanzadoras de cara al clásico del domingo en este mismo escenario.
Las premisas de Svetislav Pesic se cumplieron y sus jugadores antepusieron la victoria a cualquier otra consideración, mostrando hambre por el triunfo y dejando bien tocadas las opciones de clasificación del rival.
Pau Ribas, con 18 puntos, lideró la acometida ofensiva del Barça, contando con el apoyo notable de Koponen y Tomic, ambos con 16. Pero lo que destacó en el Barça fue el buen comportamiento colectivo, algo que hace concebir cierta ilusión para tratar de vengar la última derrota dolorosa ante el Madrid en Euroliga.
Un arranque de partido con falta en el salto inicial y muchos balones perdidos presagiaba la batalla que quedaba por delante. Ribas sostuvo al equipo con sus primeras canastas hasta que los azulgrana se pusieron al nivel de dureza exigido. Moerman y Tomic se empeñaron en cerrar el rebote y los exteriores controlaron a Rochestie. Fue cuestión de minutos que las ventajas empezaran a ampliarse para los locales, partiendo de 1712 del final del primer cuarto y llegando a los 14 puntos bien avanzado el segundo.
Heurtel y Koponen tomaron el relevo en la anotación y Tomic también estuvo activo hasta el punto de romper un tablero con un mate a 2:15 del descanso, tras un pase por la espalda de Ribas. De largo, la mejor jugada del partido.
Si a alguien le vino bien el parón para cambiar el tablero fue al Barça que tras él logró un parcial de 7-0 para elevar sus ventajas a 21 puntos (45-24) y dejar el partido medio decidido.
La buena racha continuó en el inicio del tercer período, con Koponen inspirado en los tiros, una defensa enérgica y un ataque tan paciente que incluso en un par de ocasiones se agotó la posesión con pases extra. Estilo Pesic en estado puro, una línea en consonancia con los arbitrajes altamente permisivos de esta competición.
El Estrella Roja no se quedó corto y lo aprovechó subiendo líneas y mostrando orgullo para firmar un buen parcial que redujo de 26 (54-28) a 13 las distancias (61-48).
La inquietud que pudo ocasionar
la reacción visitante se mitigó pronto y los triples de Koponen y Ribas, con el buen trabajo de Tomic repartiendo juego desde el poste alto, elevaron nuevamente las ventanas por encima de los veinte puntos con cinco minutos por jugar. Con 23 puntos de ventaja, Pesic empezó a dosificar esfuerzos pensando en el choque del domingo sin que la defensa se resintiera. De hecho el Estrella Roja tardó 7 minutos en anotar su primera canasta y acabó encajando un parcial final de 26-5, ilustrativo de la respuesta que dio el Barça a esa reacción.
Habrá quien se pregunte si este derroche de facultades del Barça sale a cuenta en los partidos así o los que quedan de Euroliga. La lesión de Hanga en Kaunas la pasada semana da que pensar sobre la factura a pagar pero viniendo de las decepciones vividas este año, la apuesta de Pesic está clara: ganar para ilusionar
Habíamos preparado este partido pensando en el Estrella Roja, no en el Real Madrid
El camino a seguir es la defensa de los dos últimos partidos. Esto también nos ayuda a sacar contraataques y canastas fáciles”