LA VUELVEN A LIAR
San Mamés sufre los incidentes de los ultras del OM semanas después de los padecidos ante el Spartak Pese a las fuertes medidas de seguridad, uno de los violentos hiere en el cuello a un vigilante de seguridad
San Mamés no pudo vivir con tranquilidad su despedida de Europa por culpa otra vez de los ultras visitantes. Si hace unas semanas los incidentes provocados por los aficionados del Spartak de Moscú acabaron con la vida del ertzaina Inocencio Alonso, ayer dos vigilantes de seguridad del estadio rojiblanco resultaron heridos, uno de ellos con un corte por arma punzante en el cuello, tras los altercados provocados por los ultras del Olympique de Marsella en el primer cuarto de hora. Ambos están fuera de peligro.
De nuevo los ladrones del fútbol robaron un protagonismo que no les corresponde. Aunque esta vez el dispositivo de seguridad funcionó mejor que ante las hordas moscovitas. La Ert- zaintza puso controles en los peajes de Iurreta y Zarauz. Detectó a seguidores marselleses y condujo al grupo más peligroso a Zorrozaurre. Se les incautaron navajas y barras metálicas. Por otro lado, mientras en el interior de San Mamés preparaban el mosaico por la mañana, en la explanada exterior, escenario de la batalla campal a mediados de febrero, colocaban vallas metálicas.
El meeting point quedó fijado en Moyua a las 16.30 horas. Aunque a esa hora apenas había un par de decenas de hinchas del Olympique. La Ertzaintza llevó hasta allí a otros grupos, uno el de Zorrozaurre y otro que campaba por la Plaza Campuzano. Entonces, empezaron los gritos de “Puta Bilbao” y el lanzamiento de unos potentes petardos, bajo la gran presencia policial ,de uniforme y de paisano.
La subida hacia San Mamés de unos 300 seguidores se hizo por la Gran Vía. Cantando, con el estribillo más recurrente de “Puta Bilbao”, con el lanzamiento de más petardos y bengalas. Inmortalizados por muchísimas personas a su paso con el móvil en ristre. Uno de los galos golpeó a un fotógrafo local tirán- dole el móvil al suelo cuando grababa. El camino se hizo a buena velocidad, pero el problema es que era tarde, llegaron al campo solo una hora y diez minutos antes del comienzo del choque. Fue una especie de embudo con más presencia policial a medida que se acercaban al estadio y con la ayuda de las vallas de la explana- da y las furgonetas de la Ertzaintza como muros.
Ya dentro del campo, los ultras del Marsella la liaron. Encendieron ben- galas y tiraron alguna a la tribuna que tenían debajo con el partido ya en mar- cha. “Fuera, fuera”, les respondían desde la afi- ción local. La Ertzaintza entró en su grada y practi- có alguna detención. Qui- zás ya habían identificado a algún agresor de los dos vigilantes de seguridad. Los ultras celebraron el 0-2 al grito de “Puta Bilbao”.
Mientras la UEFA aún no tiene listo el informe por los incidentes del partido ante el Spartak, el Athle- tic teme ahora que le caiga una dura sanción por reincidente