Mundo Deportivo (Gipuzkoa)

En dirección contraria

Jokin Aperribay, camino de los 10 años en el cargo, vive el momento más crítico de su mandato por la falta de consenso que rodea muchas de sus decisiones

-

Hace tiempo que el fútbol en general, y la Real en particular, ofrecen la sensación de circular en dirección contraria a la que lo hace el común de los mortales, en especial los aficionado­s txuri urdin, su gente, el patrimonio más importante que tiene esta entidad. Hace tiempo que el fútbol, con sus protagonis­tas directos, los jugadores, como máximos exponentes, vive en una burbuja que, en muchas ocasiones, les aleja de la realidad, premisa que se torna decisivame­nte contradict­oria en esta Real que dice vivir, trabajar, por estar al servicio de las personas. Por acercarse a una gente que, le guste o no en el club, lo percibe de forma antagónica. Gran parte de la gente de la Real ve al club, a su equipo, en este momento más lejos que nunca.

No está siendo una temporada de decisiones sencillas pero está demasiado extendida la impresión de que apenas se ha acertado en alguna de las medidas adoptadas. Se planificó mal desde un principio, se torció muy pronto el rumbo de los acontecimi­entos, no se ha sabido corregir a tiempo y, desde dentro de la entidad, ha existido un empecinami­ento en dar naturalida­d a lo que ha sido una grave crisis de resultados de casi cinco meses, sin adoptar medidas correctora­s. Se ha confundido la estabilida­d que pretenden que prevalezca en la forma de regir el club por encima del resultado a corto plazo, compartibl­e en cierto modo, con la ambición que debe mandar en un club de fútbol con 100 millones de ingresos y que el año pasado fue sexto en la liga española. El desplome, que empezó poco más o menos en Getafe a finales de octubre, ha sido brutal y menos de un año después del éxito de Balaídos, no sólo no queda rastro de aquella manera de jugar, sino que la Real tiene bastante peor equipo e inquieta sobremaner­a el futuro. Una postura exigente y ambiciosa ante este escenario habría sido decidir, encarar el problema de frente, pero se ha dejado morir la temporada de forma decadente, generando la mayor desilusión en tiempo en el entorno de la Real.

La puesta de largo del nuevo estadio de Anoeta ha sido la guinda a un pastel que, a estas alturas de la temporada, está podrido. El desencanto generado con la política de precios que mandará en los abonos en el nuevo campo ha terminado por ratificar que Aperribay, que en diciembre cumplirá diez años en el cargo, vive el momento más crítico desde que fuera elegido presidente, por la falta de consenso que generan casi todas sus decisiones. Eso es circular en dirección contraria.

Cómo cuantifica­r los precios de los abonos, qué precios ponerles es una decisión respetable y legítima que está en manos del club. Es posible, incluso, que sea justificab­le desde el punto de vista oficialist­a: estamos ante otra manera de ver el fútbol. Este negocio no deja de ser un espectácul­o en el que manda la oferta y la demanda y el que quiera acceder a él sabe lo que debe hacer: pagar. Pero esto no casa con la idea de acercar el club a la gente, al contrario, la aleja. Siempre hemos creído que la Real representa­ba algo más que un negocio, que era un club en el que el sentimient­o de pertenenci­a seguía siendo un valor fundamenta­l. Este tipo de medidas no lo abonan.

Después de 25 años tragando con las pistas de atletismo no se puede hacer tabla rasa como si nada hubiera sucedido y presentar Anoeta como un nuevo producto, de lujo para algunos. Y menos cuando los abonos representa­n el 6% del presupuest­o del club. La sensación de que el que acaba pagando todas las facturas, con pocas ventajas, es el abonado es inevitable. Siendo legítima, la política de precios del nuevo estadio expone al club a un desplome mayor del que ya se está produciend­o ya que, con poco más de 22.000 abonados individual­es, la Real está en niveles de 1997 o de Segunda Divisón. Y el hastío generado hace inviable un repunte hacia esos utópicos 30.000 que persigue el club. Y menos con estos precios

 ?? FOTO: RS ?? Los precios de los abonos en el nuevo Anoeta han generado una tremenda controvers­ia esta semana
FOTO: RS Los precios de los abonos en el nuevo Anoeta han generado una tremenda controvers­ia esta semana

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain