20 MINUTOS PARA EL DELIRIO
El GBC derrota tras el descanso a un Estudiantes inferior y sin respuesta en los dos últimos cuartos Un gran ataque local, con Norel, Chery y Agbelese como destacados, le da la décima victoria
Gipuzkoa Basket tiene al alcance de la mano su primer objetivo de la temporada, el de la permanencia. Su victoria ante el Estudiantes (10191) en un choque con dos partes muy diferentes le otorga el décimo triunfo y deja muy lejos cualquier atisbo de peligro. Por si fuera poco, el conjunto donostiarra recuperó ayer sensaciones que le están llevando a cumplir un curso de sobresaliente. Jugó un regular primer tiempo, estuvo por debajo en el marcador durante bastantes minutos, para resucitar después, tras el descanso, con sus señas de identidad, con ese gen competitivo que le lleva a pelear por casi todos los partidos esté quien esté enfrente. Ayer, el palo se lo llevó un Estudiantes desbordado en la salida del tercer cuarto por un juego de ataque del GBC espectacular. El 16-2 de parcial en apenas cinco minutos significó el despegue definitivo del equipo de Porfi Fisac que, desde ese momento, mandó en la cancha, impuso su ritmo, anotó sin piedad y solo se dejó llevar al final, en los últimos minutos, en los que el conjunto visitante aprovechó para maquillar una desventaja que acabó en diez puntos pero que fue durante el transcurso de esa segunda parte de hasta 18. La anotación local en los dos últimos cuartos fue de 57 puntos, un dato demoledor.
Una vez más fue Henk Norel uno de los grandes destacados del partido, también su compañero de posición Danny Agbelese, cuya temporada es muy notable y su capacidad cerca del aro cada vez hace más daño. Y otro que sigue de dulce es el base canadiense Kenny Chery. Senci-
llamente extraordinarios sus dos últimos meses. Convertido en el anotador exterior, el pequeño jugador del GBC hace de su locura en la cancha virtud para el equipo. Siempre eléctrico, valiente, vertical y tan rápido en todas las acciones que es una pesadilla para el base rival. Por si fuera poco, ha ganado tanto en confianza que no hay quien le pare.
Fue el trío que volvió loco a un Estudiantes aprobado en los dos primeros cuartos, con Landesberg respondiendo a su cartel de anotador. Llegó con 15 puntos al descanso y acabó el partido con 22. Ante la ineficacia del juego interior visitante, muy superado por Norel y Agbelese, al final también por Fakuade, el equipo de Maldonado tiró de exteriores. Al fin y al cabo es lo que le
gusta y a lo que juegan. Los triples de Landesberg y de Cvetkovic, muy acertado ayer el base serbio, eran los que dieron réplica a un juego más coral del GBC. Con 44-42 se llegó al descanso y con la sensación de que sería un partido muy igualado hasta el final. Antes del intermedio Maldonado protestó de forma muy airada una decisión arbitral y se llevó una técnica, síntoma de que al técnico catalán no le gustaba lo que veía porque no es normal saltar a la cancha como lo hizo.
Un parcial para recordar
Si algo ha demostrado esta campaña el GBC es que es capaz de muchas cosas, entre ellas de romper un partido por la vía rápida si el rival no le sigue en deseo e intensidad. Se aplicó más en defensa, dominó el rebote como sabe, es el mejor equipo de la Liga en esta faceta del juego, y jugó sin miedo, con velocidad y con acierto. Desbocado en esos cinco primeros minutos del tercer cuarto donde entre Chery y Norel pusieron un 16-2 que obligó a Salva Maldonado a parar el partido y a cambiar a todo su quinteto. La ventaja se disparó hasta los 18 puntos poco antes de que este cuarto acabara (69-51). Cinco puntos de Cvetkovic en las dos siguientes jugadas para recortar hasta el 69-56 sirvieron como aviso para que Gipuzkoa Basket no se relajara. Todavía quedaba un último cuarto. Y la salida de estos diez minutos fue otra vez definitiva. Aunque los visitantes se colocaron a ocho puntos en un pequeño arrebato de reacción (74-66), dos canastas de Norel y otra más de Fakuade, mejor en este cuarto que en el resto del partido, volvieron a demostrar que el GBC no iba a firmar ninguna tregua hasta el final.
Por si fuera poco, Dani Pérez logró un triple para finiquitar el encuentro a falta de tres minutos al colocar el 85-69. Fisac movió mucho el banco, quería dar minutos a todos y puso en la pista a jugadores que ayer no habían intervenido como Oroz y Beraza. Solo con Fakuade como pívot, tras el enorme esfuerzo de Norel y Agbelese y el día desacertado de Clark, el Estudiantes aprovechó para maquillar el resultado final y anotar lo que no había anotado en los tres cuartos anteriores.
En definitiva, victoria ante un rival directo que vale doble, y gran juego del equipo en los dos últimos cuartos que supieron apreciar los casi 4.000 aficionados que despidieron a su equipo en pie. La permanencia está a la vuelta de la esquina y esta, a falta de once jornadas, es una magnífica noticia