Un producto genuino de la escuela ‘ajacied’
Va con la cabeza alta, domina la presión y creció de medio para ser central
Matthijs de Ligt es un jugador de 188 centímetros y 89 kilogramos. Su figura es menos estilizada, por ejemplo, que la de Gerard Piqué, que mide 6 centímetros más y pesa cuatro kilos menos.
Esa envergadura de central a la vieja usanza intimida a los rivales en el cuerpo a cuerpo y le ayuda a mandar en las dos áreas porque va muy bien de cabeza. Y no es lenral to. Al contrario, debe medir y controlar su enorme potencia, algo que mejorará. Sólo tiene 18 años.
Es un jugador tan fuerte como coordinado, con un buen manejo de las dos piernas, aunque es diestro, no sólo para sacar el balón desde atrás, sino también para entrar a los rivales. Sin duda, es el fruto de haberse formado en una escuela modélica como la del Ajax, que cuida detalles como la psicomotricidad y la lateralidad. El delantero que le encara duda porque le puede arrebatar el esférico con las dos piernas con una posición corpo- muy natural. Otra cualidad, ideal para el Barça, es que busca la anticipación en campo contrario en la presión alta con confianza.
Ha alternado en la base las posiciones de central y de mediocentro. Lleva el balón con la cabeza alta, buscando un compañero para el pase interior o para el envío largo utilizando su excelente golpeo. Si la media está presionada, tiene iniciativa para superar líneas, puede probar el disparo desde lejos y de carácter va sobrado