Viñales y Rossi, cada cual por su lado
“Mi moto ahora va por un camino y la de Valentino por otro”, desveló
Por alguna razón que aún no comparten, la máxima que clamaba Maverick Viñales a final del 2017 de que iba a guiarse por su instinto independientemente de lo que dictara Valentino Rossi desde el otro lado del box, se prolongó tres meses más y ha vivido una pesadilla de pretemporada, incomprensible después de que ‘Mack’ fuera el primero de los dos Movistar Yamaha en renovar por otros dos años, lo que demuestra la confianza que tienen en él.
Pero domingo noche en el circuito de Losail ya se vio un cambio significativo. “Se ha vuelto a ver a Maverick Viñales. Estoy satisfecho de que he podido reencontrarme con la moto y de que en un fin de semana muy malo hemos sacado algo positivo. Creo que de aquí en adelante sólo iremos hacia arriba”, se aventura a explicar el de Roses.
“Mi moto ahora va por un camino y la de Valentino por otro. Esta es muy similar a la que llevaba el año pasado pero mejorada”, desveló.
El punto de inflexión fue en el FP4 previo a la Q1 que tuvo que disputar tras unos malos libres. “Después del FP4 hicimos una moto mucho más para mis sensaciones, en contra de lo que estaba siguiendo Yamaha. Creo que el año pasado se cambió muy rápido de chasis, se buscaron cosas complicadas y quizá era más simple de lo que pensábamos”.
“Esta carrera va a servir de mucho. El sábado fue muy difícil y así es fácil perder la motivación. Hay que seguir con esta base, totalmente distinta a lo que llevaba estos tres meses, se adapta mejor a mi estilo de pilotaje. Perdimos seis meses, hacía medio año que no me sentía así de bien en la moto, llevaba tres meses sin poder pilotarla. Ya tenemos ritmo, ahora falta otro aspecto como la vuelta rápida”, apuntó ‘Mack’