El Valencia ensombrece el futuro del Real Madrid

Los ‘taronja’, sin presión al no jugarse nada, dominaron a los blancos de principio a fin

No se jugaba nada más que el orgullo pero eso es mucho para este Valencia Basket, que con su sólida victoria ante el Real Madrid, construida con tenacidad sobre sus 15 triples y la sabia dirección de Van Rossom, ha complicado a los de Pablo Laso el factor pista en cuartos de final, con todo lo que eso implica de cara a la Final Four. La clasificación matemática para los playoff no pudo ser más amarga para el conjunto madrileño pues el Zalgiris y el Panathiaikos le igualan en la clasificación y aún puede unirse hoy el Khimki.

Asumida la eliminación (y es mucho asumir pues de eso se trata), el Valencia encaró el choque en una situación idílica. No tener nada más que perder le quitó miedos y presión y tener como rival al Real Madrid le aseguró la motivación.

Con esos mimbres mandó desde el inicio la primera mitad. Dominó el rebote en ambas canastas, Dublejevic sacó de su zona de confort a Tavares y los triples de Rafa Martínez y Doornekamp le impulsaron en el marcador. A los de Pablo Laso, aún sin Doncic, les costó seguir el ritmo, pues cuando la tripleta exterior inicial (Campazzo, Carroll y Taylor) se fue al banquillo el equipo se paró. Todo lo contrario le pasó al Valencia, que con la entrada de Van Rossom disfrutó de sus mejores minutos, por la buena dirección y por sus propios puntos.

Llegó el descanso con una cómoda ventaja y de la mano del belga la amplió nada más regresar a la pista. Una falta y una técnica al belga hicieron perder el rumbo a los locales pero la inesperada aparición de Erick Green le permitió recuperarlo. El pésimo porcentaje de tiros libres, apenas un 53 por ciento, acabó por pesar más en la moral de los visitantes que los tiros abiertos de Taylor, Causeur y Thompkins. Viéndose a remolque, Laso ni se atrevió a cambiar a Campazzo pero el ímpetu del argentino se fue diluyendo y cuando Ayón se marchó lesionado, el Madrid empezó a asumir una derrota que no cambió la presión final que intentó