¡Que aguante el hombro!
Lasuen, jugador del Txuri, esperará a que acabe la liga para operarse de una lesión porque “una final no se juega todos los años”
El año pasado no pudo saborear la final de liga por estar jugando unos meses en Estados Unidos, en Dallas. Ahora, con el hombro derecho maltrecho, aguantará hasta que concluya la eliminatoria contra el Jaca para pasar por el quirófano y resolver un pequeño problema. Imanol Lasuen (Donostia, 1996), jugador del Txuri desde hace 15 años, quiere conocer el éxito de ganar un título que el equipo donostiarra recuperó en 2017 pero no pudo vivir ‘in situ’ por encontrarse fuera del país. En esta ocasión luchará contra su físico para poder vivirlo en primera persona.
“Tengo una luxación en la clavícula y los ligamentos rotos desde finales de noviembre”, explica el protagonista a MD, relatando cómo han sido estos últimos meses repletos de incógnitas. “Mi intención era operarme después de la Copa del Rey y llegar a tiempo a una posible final de liga pero se retrasó todo y decidí esperar”, narra.
Por muy aparatosa que pueda sonar, el donostiarra describe que “es una lesión que no me impide jugar y no hay peligro de que vaya a peor” según los médicos que le han echado un vistazo. Simplemente va “con más cuidado” a las disputas, una situación compleja en un deporte de contacto como el hockey hielo.
Esa cautela choca con el gusanillo que nota dentro y que ya se dejó notar durante el primer partido, el pasado sábado en Donostia. “Una final no se juega todos los años”, manifiesta, teniendo en cuenta que “hay opciones de doblete”. Sin darse cuenta, como quien dice, este Txuri lleva “tres años compitiendo por todo”.
¿Una llamada de broma?
El año pasado, por estas mismas fechas, Lasuen se encontraba al otro lado del Atlántico, lejos de la algarabía que invadió el Palacio de Hielo con la conquista de la primera liga en 17 años. Es una historia curiosa y con un arranque divertido, ya que “con la temporada empezada, un ojeador de los Dallas Snipers preguntó por Ander Arraras y por mí para su equipo júnior”.
Evidentemente, “al principio pensamos que era una broma por las circunstancias en las que se produjo, algo bastante extraño”. Sin embargo, la demanda era real y, poco después, Lasuen cogía un vuelo con destino a la ciudad tejana. Era finales de diciembre del año pasado.
Allí, en Dallas, el donostiarra se encontró con un panorama radicalmente opuesto al que se vive por estos lares. Para empezar, “era de los mayores en el equipo”, una circunstancia que le permitió “jugar mucho, prácticamente todo”.
Las diferencias en el juego también fueron palpables. “El hockey que yo viví allí era mucho más intenso” que el de aquí. La rutina estaba enfocada completamente al hockey hielo. “Sólo descansábamos un día de la semana, los lunes.
De martes a jueves entrenábamos y los viernes, sábados y domingos disputábamos los partidos”. Tres a la semana y del tirón. Nada que ver con las emociones de esta final contra Jaca
Imanol Lasuen
“Tengo una luxación en la clavícula y los ligamentos rotos desde noviembre” “No me impide jugar y no hay peligro de que vaya a más” “En Dallas jugaba tres partidos por semana, entrenaba dos días y solo descansaba uno”