Mundo Deportivo (Gipuzkoa)

“AUNQUE NO JUEGUE ESTOY DISFRUTAND­O DEL DÍA A DÍA EN EIBAR”

- Oier Erkizia

¿Cómo lleva no jugar?

Al final todos somos muy competitiv­os y queremos jugar. No quita para que con el tiempo te vayas dando cuenta y lo vayas llevando lo mejor posible. Cuando llega el fin de semana y no ves tu nombre en la alineación, te fastidia. Es normal y es bueno que seamos competitiv­os y queramos jugar. Hay que mantenerse en Primera, que este año lo hemos conseguido. ¿Los años ayudan?

Se va llevando todo mejor, se entiende y se valoran otras cosas. Uno va aprendiend­o de casi todo y espero seguir aprendiend­o. Esto es un aprendizaj­e continuo. Aunque no juegue estoy disfrutand­o del día a día, entrenando con una intensidad muy alta con el míster. Es bonito que las cosas vayan bien y puedas disfrutarl­o.

Acaba contrato en 2019. ¿Ha pensado qué hacer?

Estoy feliz en el Eibar, disfrutand­o muchísimo aunque me gustaría jugar más. Me encantaría seguir todo lo que pueda.

¿Cómo ha vivido desde dentro la evolución del club?

Ha ido creciendo poco a poco, sin volverse locos y haciendo bien las cosas: renovando el campo, entrenando en Atxabalpe... Pero la esencia es la misma desde que llegué. El míster y el grupo se está manteniend­o.

Hábleme de esa esencia que tanto distingue al Eibar.

Estamos bastante aislados en Atxabalpe, entrenando bastante tranquilos y con mucha intensidad. A Mendilibar le gusta y el grupo lo disfruta porque están siendo años buenos y los fines de semana las cosas salen. Hay sensación de disfrutar de lo que hacemos. Aparte, dos o tres veces por semana nos juntamos para comer en Ipurua y hacemos piña.

La figura de Mendilibar siempre se destaca.

Se trata de gestionar el grupo, somos jugadores muy diferentes. Lo sabe llevar muy bien y nos exige mucho. A los jugadores nuevos les cuesta porque ven a alguien que les aprieta continuame­nte, que insiste y quizá no piensen lo mismo. Pasan unos meses hasta que uno se da cuenta de lo que te pide y quiere que hagas. Es muy exigente, pero busca lo mejor. Muchas veces acierta y alguna vez se equivocará. Tiene las ideas muy claras y te lo transmite. Al principio te saca de quicio pero te acostumbra­s, ves que es un tío genial y busca lo mejor de ti y del equipo.

¿Seguirá en el Eibar?

Espero que sí. No pongo la mano en el fuego por nadie, pero me encantaría.

¿Se puede hacer ya un balance de la temporada?

No empezamos demasiado bien y costaba ganar. La sensación era de que este año podíamos sufrir. Después del partido de la Real empezamos a ganar, cogimos una racha tan buena que nos metimos cerca de Europa. Con la salvación, la idea es seguir compitiend­o para estar lo más arriba posible.

¿Siguen siendo especiales los partidos contra la Real?

Si, claro. He pasado muchos años y casi mi infancia entera en Zubieta. Me eduqué y cogí unos valores durante los 11 años que estuve allí. Para mí será especial y espero que sea como los otros años que hemos ganado en Ipurua, aunque será complicado porque vienen con un entrenador nuevo y predispues­tos.

Mendilibar e Imanol comparten la idea de apretar mucho.

Es otra forma de trabajar, lo importante es que el entrenador transmita y sea capaz de convencer.

¿Cuándo se fue cerró la puerta de la Real?

Ni lo he pensado. El primer año antes de venir al Eibar hubo un acercamien­to que no se concretó. Estoy encantado en el Eibar y no puedo estar más agradecido.

¿Ha cambiado mucho el Eibar desde 2002? Fue su primera etapa.

Es otro mundo. Estábamos en Segunda y en esa época entrenábam­os por las tardes, no éramos profesiona­les del todo. Había compañeros que se levantaban por la mañana, trabajaban y venían luego a entrenar. Ahora es imposible. Recuerdo que jugábamos un domingo a las 17.00 en Almería, llegábamos a las 5 de la mañana a Ipurua y alguno se tenía que ir a trabajar.

Hábleme de Dmitrovic y Yoel.

Tenemos una relación muy buena. Marko es el que está jugando y lo está haciendo muy bien, al nivel del equipo. Yoel tuvo mala suerte con la lesión, yo tampoco he tenido fortuna porque te cortan en seco y después de dos meses ya no vuelves a jugar. Es difícil asimilar esas situacione­s. Está intentando competir y es de agradecer que los tres tengamos muy buena relación.

¿Hasta dónde se puede llegar?

Tenemos motivación como para intentar seguir ganando, tenemos un equipo que compite bien y, si las lesiones nos respetan y somos capaces de mantener el nivel, aunque no hayamos terminado de ganar, seremos capaces de llegar más arriba.

Parece que se avecina un verano movido: ‘Mendi’, Inui, Dani…

El año pasado también se fueron jugadores importante­s, vinieron otros y lo hicieron bien. Cuando se van jugadores, parece que va a cambiar algo, pero no tiene por qué. Si cambia el entrenador, puede ser diferente. Si se mantiene, por muchos movimiento­s que haya en plantilla, el equipo seguirá teniendo una identidad y una forma de jugar. Quizá pueda haber un cambio de ciclo, no lo sé

“¿Cerrar la puerta de la Real? Ni lo he pensado, antes de venir al Eibar hubo un acercamien­to”

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