El partido de Gonzalo Escalante
El argentino, que apunta a titular por la baja de Dani García, ha marcado 7 goles en Primera y tres han sido a la Real
Gonzalo Escalante está experimentando esta temporada una sensación que no había conocido desde que aterrizó en Eibar en 2015. Su cuota de protagonismo ha descendido sensiblemente y ha dejado de ser esa pieza casi indispensable que fue para Mendilibar en sus dos primeras campañas como jugador azulgrana. La llegada de Joan Jordán, en verano, y de Pape Diop en el mercado invernal, después, han restado minutos sobre el césped al pundonoroso centrocampista argentino. Sin ser un jugador del que su entrenador se haya olvidado, con 1.083 minutos disputados en 20 partidos, 12 como titular, está lejos de los 2.820 que jugó en su primera campaña como armero (32 encuentros como titular) o los 2.021 de la pasada temporada (30 partidos, 24 de titular). Aún tiene nueve partidos por delante para acercarse a esas cifras.
Si hay algún duelo en el que Mendilibar puede sucumbir ante la duda más que razonable de alinear al de Bella Vista, éste, sin duda, es el compromiso ante la Real. Escalante, que no pasa por ser un avezado goleador, ha visto puerta en los tres partidos que ha jugado frente a los txuri urdin hasta la fecha por lo que si el entrenador eibarrés, que además no podrá contar con Dani García por sanción, alberga alguna duda de qué fórmula aplicar para su centro del campo, parece claro que el pivote argentino está en la pole position para el domingo en Ipurua.
Escalante no pudo jugar, porque estaba sancionado, su primer Real-Eibar de la temporada 15/16, en diciembre de 2015 en Anoeta (2-1). En el partido de vuelta en Ipurua, sin embargo, sí anotó su primer gol frente a los txuri urdin al cabecear en el segundo palo, tras un error de Rulli, el segundo tanto de su equipo, el de la victoria. Enrich, previamente, había igualado el gol de David Zurutuza que había dado ventaja a la Real. La temporada pasada, en cambio, fue titular tanto en Ipurua como en Anoeta y anotó en ambos partidos. Si bien no cabe considerar el gol que hizo en Eibar una diana puramente académica, al fin y al cabo el balón lo acabó desviando Illarramendi hacia su propia portería, fue el disparo del argentino en dirección a la meta de su compatriota Rulli el que acabó provocando el autogol del mu- trikuarra. Mucho más estético y espectacular fue el gol que anotó en Anoeta, en la segunda vuelta, al cabecear de forma impecable a la salida de un córner el balón que, momentáneamente, suponía el 1-1 tras el gol inicial de Juanmi. El partido terminaría 2-2 gracias a una diana de Pedro León en el últi- mo suspiro.
Hablamos, como salta a la vista, de un bagaje llamativo ya que se trata de un futbolista que apenas ha logrado siete goles en la máxi- ma categoría y casi el 50% de ellos ha sido a la Real. Granada, Rayo, Osasuna y Betis han sido sus otras víctimas, si bien en una propor- ción mucho menor que la sufrida por un conjunto txuri urdin al que le gustaría tener a Escalante lejos de su vista. Sin Dani García, sin embargo, parece inevitable que la amenaza del centrocampista de Bella Vista se cierna nuevamente sobre la escuadra blanquiazul