“JON HA CUMPLIDO LA PROMESA QUE ME HIZO EN 2015”
Gari Bravo (Lazkao, 1989) regresa a la carrera de casa con la ilusión del primer día. El veterano ciclista, que en 2011 y 2012 acudió a la Itzulia con Caja Rural, se reencuentra con una prueba a la que le tiene ganas.
¿Cómo llega?
Con buenas sensaciones. Empezamos el año más despacio, enfocado a la Itzulia, y lo he notado. Notaba que me faltaba un punto que ya en la Volta recuperé. Me vi bien y fuerte cuesta arriba.
Describa esta nueva etapa de Murias.
Es muy emotiva. Conozco este proyecto desde su creación y lo he visto crecer. Antes de fichar por Murias, en 2015, no sabía si seguir o dejar la bicicleta. Jon me hizo una promesa: que íbamos a ser Continental Pro y participar en la Itzulia. Lo ha cumplido.
¿Qué supone volver a esta cita?
Es lo más bonito. Cuando era ‘txiki’ me escapaba unas horas antes de la Ikastola para ir a ver etapas en Lekunberri, Lazkao o en La Antigua, donde luego pude correr. La conozco como espectador y ya he participado dos veces, pero nada que ver con cómo estoy ahora. Era demasiado pronto. Era un chaval, todavía no estaba curtido y sufrí mucho porque es una de las carreras mas exigentes que hay. Este año volvemos a tener un terreno de lo más duro, con sorpresas y emboscadas a diario y los mejores corredores del mundo.
¿Y Euskadi-Murias?
Tenemos un equipo muy bueno y competitivo. En lo personal dependerá de las decisiones de Jon. A mí me gustaría enfocarme en la general. Si me dan la opción, iré a por ello. Si no, habrá que intentar ser protagonistas algún día.
¿Habrá nervios el lunes?
Siempre los hay. En 2011 me pasaron factura aunque me ayudó Iñigo Cuesta. Antes de las salidas se notaba y me hacía daño.
¿Y este año cómo se presenta?
Dura, bonita y exigente. El terreno no te deja descansar desde el primer día con Elkano. Creo que la subida más fuerte será la de Bakio, en la segunda etapa. Es bastante larga y tiene una buena pendiente.
¿Y Matxaria?
No la conocía. Ha sido la primera vez. En Bakio sufrí más. Matxaria la tenía vista por televisión y parecía más. Los que van a disputar la Itzulia con el 39/28 van a ir bien.
¿Es partidario de estas cuestas cortas pero explosivas?
Me gustan. Quería venir a la Itzulia porque, cuando puedo, busco para entrenar caminos con poca gente, entre caseríos y si son de cemento, mejor. Me lo voy a pasar bien sufriendo.
¿Se ve entre los de arriba?
Con aguantar en cabeza todos los días me conformo. Me veo animado y convencido de que puedo estar ahí. Soy realista y sé que el Top-10 está muy difícil, pero el Top-20 quizá sea asequible.
La afición vasca estará con Murias.
Estoy convencido. En la Volta, que es una carrera muy bonita, no había nadie más que en las salidas y llegadas. Es algo que me sorprendió mucho. La Itzulia en eso es la mejor.
¿Ayudan los ánimos?
En 2011 estaba nervioso y me bloqueaba, pero en Urretxu, en La Antigua, saqué fuerzas de donde no tenía por la gente. Ahora, con ocho años como profesional, me va a ayudar mucho.
¿Y la cuadrilla?
Alguno no faltará. Suelen aparecer con la furgoneta, la pancarta y alguna camiseta. Si vienen, que sea sorpresa