Entrada de Primera en el Labrit
El frontón pamplonés se llenará el sábado con motivo de la final entre Agirre-Iturriaga y Etxeberria-Jaunarena
La expectación surgida por la final del Parejas de Promoción hará que este sábado el frontón Labrit presente una entrada más propia de una gran cita de Primera. La ‘bombonera’ pamplónica, con sus cerca de 1.000 localidades, se quedará pequeña para asistir al duelo que enfrentará a cuatro pelotaris navarros: Asier Agirre y Diego Iturriaga, por un lado, y Peio Etxeberria y Jon Jaunarena, por otro. Todos ellos se reunieron ayer en el escenario de la trascendental cita para separar el material que utilizarán en la contienda.
De los cuatro participantes, Jaunarena es de largo el que más experiencia tiene en finales. En 2012 jugó las de los tres campeonatos de Segunda (Parejas, Manomanista y Cuatro y Medio) y las ganó las tres, en un logro histórico que ningún otro pelotari ha logrado en la categoría de plata -sí en la de Primera, en cambio-. Hay un matiz importante: las conquistó como delantero, antes de su reciente reconversión en zaguero. “Ahora es totalmente diferente. Con Peio ando muy a gusto y sería bonito ganar la txapela jugando atrás, pero tenemos unos rivales muy complicados”, señalaba el de Leitza.
También Agirre sabe lo que es jugar finales. El de Erratxopea se proclamó campeón del Cuatro y Medio de Promoción hace cuatro meses y medio en el mismo Labrit, pero le falta ganar el Parejas de Segunda, del que fue subcampeón en 2016. “Pese a haber jugado alguna final, los nervios los sentiremos todos”, señala Agirre, que tampoco se fía de las dos victorias por 22-14 logradas previamente ante Etxeberria-Jaunarena, tanto en la liguilla de cuartos como en la de semifinales: “Sabemos perfectamente que es otro partido diferente y que lo conseguido hasta ahora no vale para nada”.
Para su zaguero, Iturriaga, sí será su estreno en una final como profesional. “Los dos años anteriores en los que participé -2015 y 2017- hicimos un buen torneo tanto en la liguilla de cuartos como en semifinales, pero no pudo ser. Es una final que estaba buscando. Creo que estaré tranquilo y quiero disfrutarla junto a Asier”, dice el de Sartaguda, que tiene clara la estrategia: “Nosotros iremos a endurecer el tanto y regalar lo menos posible, para intentar que ellos arriesguen y fallen”.
También vivirá su bautismo como finalista Peio Etxeberria. Algo lógico, porque no lleva ni cinco meses como profesional. Para el delantero de Zenotz, “son ellos los que han ganado los dos partidos de la liguilla, así que son ellos los que tienen la presión de no fallar”. Y da la razón a sus contrincantes al reconocer que deben controlar su generosidad a la hora de hacer regalos: “En el último partido fallamos 15 pelotas y así es difícil ganar. La clave va a estar en la resistencia y en los fallos”.
Sin problemas
En cuanto al material, no hubo quejas. “Hemos encontrado las pelotas que buscábamos, que anden más por abajo y no cojan mucho bote”, apuntaba Iturriaga