El largo y tortuoso camino
La marcha de Loren y Eusebio representa una ruptura que incluye un componente traumático que habrá que contrarrestar con inteligencia y sentido común
“El largo y tortuoso camino que conduce a tu puerta, nunca desaparecerá; ya he visto ese camino antes, siempre me trae aquí, me conduce a tu puerta”. Así rezaban los primeros versos del popularísimo tema que en 1970 compondría Paul
McCartney para los Beatles. Evoqué esta triste pero hermosísima canción al pensar en la actual situación de la Real, que parece vivir un momento trascendental en su devenir histórico, o al menos eso pudiera inferirse de todos los acontecimientos sucedidos en las ultimas semanas.
La ruptura con el pasado, representada por la marcha de Loren y Eusebio, abre las puertas a un nuevo escenario, tan incierto como ilusionante. En toda ruptura existe un componente traumático, casi obligado, que habrá que contrarrestar con dosis importantes de inteligencia y sentido común.
El pasado no fue necesariamente negativo, es más, fue testigo de grandes momentos, que no deben caer en el olvido. Fueron el reflejo de buenas decisiones y un trabajo bien orientado. Pero los ciclos tienen una fecha de caducidad, superada la cual, no tiene demasiado sentido prolongar los tiempos.
No obstante, siempre he pensado que los cortes abruptos, salvo en ocasiones muy concretas y de obligada intervención , no son adecuados, por cuanto suelen dejar por el camino un reguero de agravios en modo alguno necesarios. La Real, no lo olvidemos, somos todos, los que nos precedieron y los que nos sucederán, y la historia de un club no se escribe a base de saltos dramáticos -que alguno ha habido-, sino de renglones regulares, en un tránsito que este club especialmente ha sabido gestionar con acierto a lo largo de los tiempos.
Es por ello, y conociendo un poco el talante de Roberto Olabe, ahora ya con el plácet necesario y con el camino libre de obstáculos, que aventuro un futuro preñado de elementos innovadores en el tratamiento del futbolista desde sus inicios, pero atendiendo necesariamente a las particularidades que distinguen a este club, y que lo han hecho distinto de todos los demás, alguna vez para perjuicio, pero las más de las veces para bien.
Porque llegar hasta donde ha llegado la Real, más de cien años después de su creación, no ha sido fruto del azar ni de acciones insensatas, sino de un trabajo laborioso y reflexivo, al margen muchas veces de las corrientes imperantes en el mundo del fútbol, nadando contra corriente, en inferioridad de condiciones, en ocasiones, pero defendiendo siempre una identidad, una manera de ser y de hacer, que nos han convertido en lo que hoy somos. Y eso me permite ser optimista de cara a lo que el futuro nos pueda deparar, porque “este largo y tortuoso camino, que ya henos visto antes, nos conduce siempre a la misma puerta”