Mourinho aplaza la fiesta del City
El United remontó en el segundo tiempo un derbi en el que los hombres de Guardiola desaprovecharon una renta de dos goles
El fútbol es caprichoso e imprevisible, capaz de cambiar en pocos instantes. Del éxtasis del triunfo a la desilusión por la derrota apenas hay un paso. Así lo vivió el City, que se dejó remontar en el derbi de Manchester frente a un United que le asestó el segundo golpe de la semana (2-3). En el plano deportivo y en el mental. El cuadro de Mourinho consiguió aplazar la fiesta de su vecino, que tras este resultado tampoco podrá ser campeón en Wembley frente al Tottenham, a menos que gane en Londres y el United pierda en Old Trafford ante el WBA.
No llegó eufórica la hinchada del City a la antesala del derbi, algo triste tras lo ocurrido en Anfield, preocupada por una sorpresa eventual del United. Cuando el balón echó a rodar, las dudas se convirtieron en certezas. Solo hubo un equipo sobre el césped, vestido de celeste, dispuesto a convencer a la parroquia. Y eso que Guardiola tuvo un ojo puesto en el martes, sin Agüero ni Gabriel Jesus. Tampoco De Bruyne.
A pesar de llegar sin apenas presión, Mourinho no salió de su hábitat natural. Atrás el equipo, con problemas para trenzar algún ataque peligroso, esquivó una pena máxima por manos de Young que protestó Pep, con aplausos sarcásticos. El ritmo y la intensidad lo marcó siempre el City, que perdonó una vez. A la siguiente, Kompany cabeceó a la salida de un córner y levantó por primera vez al público (25’).
Apenas cinco minutos después, Gündogan pareció dejar casi sentenciada la Premier. El alemán, a la media vuelta, ajustó al fondo de las mallas (30’). Justo castigo para el United, del todo inofensivo.
Reacción histórica
Ni el mejor guionista de Hollywood hubiera ideado algo más original. El City dejó escapar su renta en cuestión de minutos, como le ocurrió en Anfield ante el Liverpool. El intermedio cambió por completo a ambos, silenciado el Etihad tras dos zarpazos de Pogba. Una buena jugada de Alexis Sánchez,
acompañada de un toque con el pecho de Ander permitió que el francés, solo ante Ederson, redujera la distancia (53’). En segundos, Alexis y Pogba volvieron a aparecer. El chileno centró con precisión para la llegada del todoterreno del United, que con la testa anotó el 2-2 (55’).
El mazazo llegó a través de las botas de Alexis, asistente de Smalling, que remató a placer (69’). Algo que desesperó a Guardiola, que pasó de cerrar el puño a llevarse las manos a la cabeza, incrédulo al ver cómo Mourinho consiguió un triunfo que hace postergar el festejo final de la Premier del City. Una gran parada de De Gea y un remate al palo de Sterling fueron las últimas ocasiones de un City que deberá esperar más de lo que pensaba para colocar la Premier en sus vitrinas