Patxi Vila: “Sagan ha conseguido la victoria que quería”
El entrenador del Bora, rotundo: “Teníamos 257 kilómetros para arreglar la temporada de clásicas”
La temporada de adoquines ha llegado prácticamente a su fin con la disputa el domingo de la ParísRoubaix. El ‘infierno del Norte’, como se le conoce al tercer Monumento del año, lo ganó el tricampeón mundial Peter Sagan. Un ataque valiente a falta de 54 kilómetros de meta llevó al eslovaco hasta el velódromo más mediático del panorama ciclista internacional.
Uno de los hombres que sigue de cerca al maillot arco iris es Patxi Vila. El entrenador vasco, que trabaja para el Bora, reconoce que Sagan ha conseguido “la victoria que más quería”. Lograrlo ha requerido “arriesgar” en la preparación. Vila confiesa que “sabíamos que iba a costar más ganar” a principio de temporada. Y pone un ejemplo: “El año pasado ganamos dos etapas en Tirreno y este año no llegaron, se repitió la historia de Flandes en 2016”. Tiene claro el de Bera de Bidasoa que “ganar una etapa más a Peter o al equipo no le cambia, pero ganar en Roubaix cambia mucho. Teníamos la sensación de que llegaba con falta de frescura a esta carrera y decidimos retrasar la preparación unos 15 días”.
La decisión ha salido a las mil maravillas porque en su séptima participación, Sagan ha logrado el
premio que anhelaba. Un triunfo que “es bueno para Peter y bueno para la Roubaix”. El entrenador del campeón del mundo entiende que ‘el infierno del Norte’ “es una carrera en la que se necesita mucha experiencia y Sagan está llegando ahora a su madurez deportiva”. Lo sorprendente fue la forma de conseguir la victoria. Sagan atacó en un momento de transición entre tramos de pavés, “era el plan, arrancar ahí. Queríamos hacer la carrera dura” enviando a Sagan para adelante “sólo o con un grupo pequeño”. Nadie salió a su rueda y cuando los ‘gallos’ volvieron a ver al de Zilina, éste ya estaba esperando en el podio del velódromo. Sólo Dillier puso en peligro la victoria del líder del Bora. El suizo “corrió como un señor, no dejó de relevar nunca”, pero no pudo batir al eslovaco pese a ser un pistard.
Una primavera dura
La victoria en Roubaix ha dado brillo a un inicio de temporada difícil para la escuadra de Vila. El de Bera afirma que en la París-Roubaix “fuimos siete leones concentrados desde el primer metro. Teníamos 257 kilómetros para arreglar toda una temporada de clásicas”. El entrenador del Bora asume que “ha sido un periodo de clásicas duro para nosotros” pese al triunfo de Sagan en la GanteWevelgem. “A Peter a veces, al equipo otras veces… nos faltaba la concentración que necesitas en este tipo de carreras y que Quick Step sí tenía”. Sentencia que “en la manera de correr como equipo nos estaba vapuleando”. Pero todo cambió el domingo. Ganar un Monumento varía por completo la temporada, que a día de hoy “va fenomenal”.
El primer gran objetivo del año está cubierto. Es el momento de bajar las pulsaciones y pensar en los siguientes. Asoma el Tour 2018 y la posibilidad de sumar más etapas a su palmarés y el sexto maillot verde