“Se ha quitado un peso de encima”
Lino Arruti fue maestro de Ezkurdia en benjamines y le conoce “desde que nació”
Lino Arruti es uno de los maestros de Aldabide, la escuela que imparte clases de pelota en Arbizu, el pueblo de Joseba Ezkurdia. Poca gente en el mundo habría ayer más contenta que esta persona, que conoce “desde que nació” al delantero que se acaba de proclamar campeón del Campeonato Parejas.
Feliz y orgulloso por las txapelas que se han calado Ezkurdia y Zabaleta, Lino es uno de los padres deportivos del delantero de Arbizu. Y fue uno de los presentes de entre los 250 comensales que hubo la noche del domingo en la cena organizada en el frontón de la localidad navarra para la celebrar el entorchado.
El señor Arruti recuerda con cariño que Ezkurdia “es el primer pelotari profesional nacido en Arbizu”. Lino adoctrinó al de Aspe desde categoría benjamín. Antes de que el manista se cambiara al Oberena en aficionados “porque ya no le podíamos sujetar”.
Ezkurdia “se ha quitado un peso de encima” ganando el Parejas, según indica con rotundidad Lino Arruti. “Ha sufrido”, prosigue. Su relato es una invitación a la reflexión: “Siempre con que si tiene que entrar más de aire, que si no daba la talla...”. Todo ha cambiado. Ahora está con la confianza de quien es campeón. “Y encima viene el mano a mano, lo que más le gusta”, advierte Lino.
Una volea forjada atrás
Cuando, siendo benjamín, ganó el Campeonato de la Sakana, Ezkurdia era zaguero. En los cuadros largos forjó la potente volea que posee. “Se tenía que defender mucho y ahora se aprovecha de ese golpe que cogió de chaval”, explica Lino. Cambió de posición porque “en Aldabide no teníamos delanteros” y luego “fue creciendo y aprendió poco a poco, con Etxaniz y estos (los intendentes de Aspe) a jugar con el ancho”.
Ezkurdia y su íntimo amigo Zabaleta reaccionaron al cartón 22 con máximo respeto, casi con sigilo. Gestos que describen su manera de ser. “Es que son gente muy sencilla, discreta, incluso más bien callada”, cuenta Lino Arruti. “Humildes, dos pedazos de pan”, continúa. Han mamado su profesión: “Iban a la ikastola con una pelota en la mano”