Xabi Prieto es la Real
Xabi Prieto se retira. Una noticia que, no por esperada, cuesta digerir en toda su crudeza. Parece irreal asumir que, desde la próxima pretemporada, el ‘10’ de la Real pertenecerá a otro jugador o que incluso puede quedar huérfano. El impacto que generó el anuncio oficial del capitán txuri urdin es directamente proporcional, cuanto menos, al vacío que deja su marcha. No en vano, Prieto es la Real, Prieto representa todo lo que muchos habríamos querido ser y que él ha sabido llevar a cabo con tanta elegancia y naturalidad durante tres lustros en los que ha conocido de todo. Desde los maravillosos inicios al compás de la Real subcampeona de los Alonso, Kovacevic, Nihat, Karpin y compañía, hasta el dramático descenso y el intento del club de traspasarle, pasando por la refundación del club a raíz del ascenso, la llegada al cielo de la Champions y estos últimos años de magisterio futbolístico en los que parecía eterno. A Prieto le quedan siete partidos para despedirse sobre el césped, que lo conseguirá. Aunque no lo lograra, daría igual. Sus números quedan ahí para siempre, casi imposibles, de batir para quien lo intente. Pero por encima de las cifras, impresionantes, queda el legado de alguien que pensó que jugando exclusivamente en la Real no sólo se podía ser feliz sino que incluso le alcanzaba para colmar todas sus aspiraciones profesionales. Su ejemplo, su intachable conducta respecto a cómo entender la profesión, es lo que más se echará de menos de un tipo que siempre se comportó con la humildad de quien sólo soñó con jugar en la Real. Xabi no sólo lo logró sino que nos ha representado a todos de una manera inmejorable, trasladando una imagen del club tan magnífica que la deuda con el ‘10’ ya es eterna. Como su leyenda