“Dueño de tus silencios...”
Seguramente Olabe lamente haber hablado de “reconstrucción” para referirse al trabajo que pretende realizar en la Real porque puede ocasionar problemas de interpretación
…y esclavo de tus palabras”, es como reza el popular dicho, y a buen seguro que el flamante director general de fútbol de la Real Sociedad, Roberto Olabe, lamenta más que nadie el haber elegido el término “reconstrucción” para referirse al trabajo que pretende realizar a partir de su llegada al club. Él sabe, mejor que nadie, que este tipo de manifestaciones pueden quedar descontextualizadas fácilmente y ocasionar serios problemas de interpretación.
De todo su discurso de presentación, ha sido ése el concepto en el que más gente parece haber reparado, por lo que tiene, al menos en apariencia, de concluyente. Normalmente se reconstruye sobre las ruinas pasadas, cuando todo lo anterior ha sido derribado, y es necesario construir de nuevo, sobre fundamentos distintos.
Y quiero creer que no ha sido nunca la intención de Olabe ignorar los aciertos de los que le precedieron, porque la Real no ha llegado a ser lo que es sin la aportación de todos ellos. Es por ello que el gasteiztarra, que cuida hasta el extremo la elección de las palabras adecuadas para explicar cada idea, siente con pesar las derivaciones que ha tomado este asunto.
Pero dejando al margen consideraciones semánticas, lo realmente importante es adivinar cuál puede ser el resultado derivado de los vientos de cambio que acompañan la llegada de Olabe. El presidente Aperribay ha vuelto a efectuar una apuesta personal, no exenta de riesgo, y ha confiado el gobierno de la nave a un marino con experiencia, y absolutamente convencido de la bondad de sus postulados, aunque a veces le cueste explicarlos al común de los mortales.
Y digo que la apuesta conlleva riesgos porque el trabajo de Olabe, que necesariamente debe proyectarse en un plazo de tiempo relativamente largo, va a chocar, también imperativamente con la realidad del cortoplacismo, que es quien dicta muchas veces el rumbo de la nave, aun a costa de perpetrar espectaculares y peligrosos bandazos. Porque mantener el pulso firme no resulta sencillo cuando los resultados en el día a día no acompañan.
Sí señores, que nadie se engañe; nadie va a esperar diez, quince años, para comprobar los resultados del trabajo del nuevo director de futbol, y si ha sido capaz de optimizar los recursos de que dispone el club para hacer mejores futbolistas, si el primer equipo no consigue los resultados que todo esperan para ya mismo. A Loren , al margen del trabajo realizado, se le juzgó siempre por lo acertado o desacertado que se revelaran los fichajes realizados bajo su mandato, y por los resultados alcanzados por el equipo cada temporada. El método elegido para llegar a esos resultados no importa tanto como alcanzarlos, y el aficionado estará dispuesto a aplaudir cualquier fórmula adoptada que resulte exitosa. Porque , en definitiva, de eso se trata, de obtener victorias cada domingo.
Por eso Olabe y su equipo de trabajo habrán de estar muy atentos a resolver los problemas del día a día, y hacer del presente su principal laboratorio de trabajo, si no quieren que el futuro se convierta en una quimera inalcanzable.
Valores como la paciencia y la comprensión hace ya bastante tiempo que abandonaron el escenario para dejar su lugar a otros más próximos al éxito inmediato