Un ‘10’ no solo como jugador
Josu Cuesta, compañero de Xabi Prieto en el Sanse en la 02/03, destaca la “fidelidad con sus amigos”
“Yo le conocía de oídas de Berio. Yo jugaba en el Antiguoko y él, en el Lizeo. Siempre se oía que había un jugador allí que era diferente, que el Antiguoko se lo quería llevar, pero ha sido muy fiel a los colores. Yo le vi jugar con el Lizeo en Berio y se veía algo diferente”. Son palabras de Josu Cuesta, compañero de Xabi Prieto en el Sanse en la 02/03 y amigo personal del todavía capitán blanquiazul.
Jon Laguarda fue el que propició el encuentro entre ambos. “Organizó una pachanga de mi cuadrilla contra la suya. Y lo vi: ‘Si éste no llega, no lo va a hacer ninguno”, pensé. “Nos ganaron. Siempre le digo que ése es su eterno título”, recuerda, esbozando una amplia sonrisa. No olvida sus ‘bicicletas’. “Era muy delgadito. Ahora está mucho más fuerte. Parecía que con cualquier soplido lo ibas a tirar, pero se iba. Lo hacía muy fácil”. También le llamó de primeras “su extremada timidez”, algo que con el tiempo ha pasado a la historia. “Ahora es muy vacilón. Me vacila bastante”.
Llega el momento de las anécdotas. Mil en todo este tiempo. La primera tiene que ver con sus problemas con el autobús: “Se marea. Siempre tiene que ir adelante o atrás. Cuando llegábamos a Zubieta, nos solía llevar a casa y hubo un día que estábamos en el Seminario del Antiguo, que es donde me dejaba a mí. Era tarde, íbamos con el chándal y estaba mareadísimo. Llegó mi hermana y nos encontró a mí con los pies de Xabi levantados y a él en el suelo, todo blanco. ‘¿Pero qué hacéis me dijo?’ Imagínate la escena”.
Xabi Prieto ha tenido el privilegio de hacer su carrera en la Real, pero a Josu Cuesta le tocó hacer las maletas y continuarla lejos de Donostia. Ni ahí perdieron la rela-
ción. “Xabi siempre ha estado pendiente de cómo te iba la vida, de qué habías hecho el domingo. Pierde mucho tiempo en sus amigos”, declara. Para Cuesta, “todo el mundo ensalza la calidad de Xabi y la fidelidad a los colores, pero yo destacaría la fidelidad que ha tenido con la gente que le hemos aportado lo justo o su amistad. Siempre ha estado encima de todos”, asegura. En su caso personal, “solo tengo palabras de agradecimiento. Cuando le he pedido algún favor, nunca ha dicho ‘no’ de primeras”. En este sentido, ‘Limit’, como así le llama Prieto, sostiene que el ‘10’ “es mucho más cercano de lo que ha aparentado”.
Además de con Xabi Prieto, en esa temporada con el Sanse, Cuesta entabló una gran amistad que todavía mantiene con Gorka Larrea y con Juan Domínguez. “Yo siempre les decía que cuando fueran famosos se acordaran de mí. Lo han hecho. Quizá demasiado”, se sincera un Josu Cuesta, al que se le hará “muy difícil” ir a Anoeta y no ver a Xabi Prieto sobre el terreno de juego. “Yo entro al campo con su pase. Ese gesto que hace cuando hay gol, se gira y señala la puerta 4-5 cuando sabe que estoy allí... Ahora voy a ir a Anoeta y no va a pasar. Me resulta difícil porque estoy tan cerca de él todos los días que va a ser complicado”.
Josu tenía claro que Xabi Prieto iba a llegar a Primera, pero “jugar más de 500 partidos son palabras mayores”, sobre todo por el rendimiento ofrecido. “Nunca puedes estar al mismo nivel, pero en mi opinión siempre ha estado de 7,5-8 y eso es muy complicado. Hacer lo que ha he hecho él ... Tanto él como la afición se van a dar cuenta cuando pase el tiempo”.
Sostiene Cuesta, sobre la manera de jugar de Xabi, que “ha cambiado con el paso del tiempo”, que “mucha gente no valora lo que hace. Él da una pausa que pocos jugadores tiene. Dicen que es frío, pero ¿qué es frío o caliente? Un tío así necesitas para que meta un gol ’a lo Panenka’ en el Bernabéu o tire el penalti del ascenso. Me parece un jugadorazo”.
“¿Qué vas a hacer con tu vida?”
Es la pregunta que se hacen los que le conocen y los que no, teniendo en cuenta que, como quien dice, Xabi Prieto vivía en Zubieta. “Casi todos los días me llamaba por la mañana y me decía: ‘Ya estoy camino de Zubieta’. Y luego, sobre las cuatro, me volvía a llamar para decirme que ya se iba. ‘¿Qué va a hacer durante todas esas horas?’ No le pregunto mucho porque, conociéndole, te das cuenta cuándo quiere hablar de algo o cuando hay un tema del que no quiere hablar. Quizá por eso nos hemos llevado tan bien”
“Siempre se oía que en el Lizeo había un jugador diferente. Lo vi y era verdad”
“Lo que le veías hacer a él en Zubieta, lo hacían Figo o Joaquín por televisión”