TRAGEDIA BLANCA
Un Madrid carente de intensidad y sin poder de reacción sale vapuleado en su visita a Atenas El Panathinaikos firmó un 20-0 de salida y sentenció en un tercer cuarto apabullante
El Real Madrid puede ser favorito pero los elementos se le van poniendo en contra cada vez más para superar el playoff de cuartos de la Euroliga. Al handicap de no tener ventaja de campo ante el Panathinaikos se unió la baja definitiva de Campazzo en la víspera y ahora un 1-0 en contra que, además, puede dejar muy tocado mentalmente al equipo de Laso.
Y es que el arranque de la serie ante los griegos resultó la peor pesadilla para un Madrid que sufrió una derrota hiriente, 95-67, la tercera peor de la era Laso. Superado por un mal inicio e incapaz de entrar en el partido, la diferencia hizo justicia con sus méritos.
Con 24 puntos de Mike James y las 16 asistencias de Nick Calathes, el equipo de Xavi Pascual arrasó a su rival gracias a un mejor planteamiento, a su mayor intensidad desde el inicio y a un acierto que, con esa buena mentalidad, nunca pudo ser igualado.
Un parcial de 20-0 en el arranque sirvió para poner los cimientos de la victoria ateniense y para desencajar a un Madrid que no encontró revulsivo rápido para frenar su caída. Los triples iniciales de James y los mates de Antetokounmpo o Gist, unidos a las siete pérdidas casi consecutivas de los visitantes, obligaron a Laso a pedir un tiempo muerto que resultó infructuoso. El relevo de cuatro de los titulares fue el factor que rescató ligeramente al Madrid, capaz de firmar un 0-9.
Gustavo Ayón, más intenso en las ayudas defensivas y más clarividente en ataque, fue el revulsivo que encontró el Madrid para tratar de equilibrar las cosas pero con ello no redujo a menos de diez (23-13) las distancias antes de cerrar con -13 (26-13) el primer cuarto. El encuentro perdió ritmo y se trabó en cuanto el Madrid se dio
cuenta del nivel de agresividad permitido y que, si no lo igualaba, no tenía opciones. Por momentos lo logró pero no tuvo regularidad, permitiendo antes del descanso otra escapada gracias a los triples de Denmon (46-30).
El tercer cuarto consolidó el desastre del Madrid ante un Panathinaikos nuevamente intenso. Doncic no estaba para aguantar las embestidas rivales, Randolph no hacía más que perder balones y fallar tiros, y tanto Carroll como Causeur seguían desaparecidos.
El despegue de los griegos les llevó a alcanzar los 35 puntos de renta (79-44, min. 30) en medio del éxtasis de la afición local. El revés fue encajado con resignación por un Madrid que se dejó ir y reservó algunas fuerzas para poder competir en 48 horas