Imanol resucita a la Real

Imanol ha conseguido mucho más que sumar diez puntos en cuatro partidos como entrenador de la Real, lo que supone el mejor inicio de un técnico desde que el equipo juega en Anoeta, igualando a Raynald Denoueix. Imanol ha conseguido mucho más que ganar tres partidos seguidos, algo que no se lograba desde agosto, o no recibir un solo tanto en 360 minutos de juego. Imanol ha resucitado a la Real. En un puñado de semanas, el técnico de Orio ha logrado que su gente se sienta tremendamente orgullosa e identificada con lo que ve en el campo. El diagnóstico lo tenía sencillo ya que resulta obvio que sabe lo que se trae entre manos y, sobre todo, qué quiere ver en la Real, porque es uno de los nuestros. Pensarlo y ejecutarlo está muy lejos de ser lo mismo pero el equipo y su entrenador eligieron una de esas veladas subrayadas en rojo por toda la afición para llevar a cabo una puesta en escena sublime que se llevó por delante al Atlético de Madrid y que recuperó muchas sensaciones perdidas en este año infame, al que al menos le han añadido un anexo de un mes en el que se está volviendo a gozar. Si en el club no admiten que la decisión ha llegado muy tarde, están ciegos. La Real firmó una actuación muy entroncada en su más clásica tradición, que tan bien conoce Imanol. Sin renunciar a jugar, pero con otros principios irrenunciables por delante. Equilibrados con dos laterales menos expuestos porque así lo exigía la ocasión, cada disputa, cada balón, fue peleado por los blanquiazules con un ardor que hacía tiempo no se veía. El resto lo puso la calidad, que existe, de un Januzaj que firmó su mejor partido, de Willian ,de Oyarzabal... Anoeta se rompió las manos a aplaudir de orgullo. La Real estaba ahí, Imanol la ha resucitado