Una respuesta de matrícula de honor
La mejor versión de la Real de Imanol desarbola al Atlético para sumar la tercera victoria seguida
Había muchas ganas de saber cuál iba a ser la respuesta de la Real ante una prueba de semejante envergadura como era la de ayer frente al Atlético de Madrid. Y ésta no pudo ser mejor. Hasta el encuentro de ayer, el nuevo equipo blanquiazul, con Imanol Alguacil a la cabeza, venía emitiendo muy buenas señales, encadenando tres jornadas sin conocer la derrota ante tres rivales, sin ánimo de ofender, de una calidad mediana. Pero lo de ayer eran palabras mayores, más que nada por la entidad del rival, un Atlético de Madrid, que llegaba como el equipo menos goleado del campeonato y que solo conocía la derrota en tres ocasiones.
La réplica que ofreció la Real fue de matrícula de honor, consiguiendo una de esas victorias que permanecerán en el recuerdo de la hinchada realzale con el paso de los años, como ese 3-0 que se ha recordado esta semana de la Copa de la 87/88. Ese triunfo fue épico, con Luis Mari López Rekarte poniendo la guinda al pastel con esa inolvidable arrancada casi desde medio campo y esa imborrable celebración sobre el barro del recordado Atotxa con ‘chirivuelta’ incluida.
Ayer no hizo falta que cayera el diluvio universal para que Anoeta celebrara una victoria soberbia, que tuvo muchos tintes de las de
antes, de las de siempre. La Real puso toda la carne en el asador en lo que a intensidad se refiere, pero ganó porque demostró tener una mayor calidad que su oponente en el día de ayer, en el que solo Griezmann, y ayer estuvo muy desaparecido, es capaz de marcar la diferencia a base de clase. El de Macon dejó la demostración para otra ocasión. Mejor así.
En el bando contrario, en el txuri urdin, los jugadores salieron al campo pensando que era su momento para demostrar todo lo bueno que se habla de ellos, pero que lo han demostrado a cuentagotas en el presente campeonato. Qué mejor día para hacerlo que frente a uno de los grandes de la competición como es el Atlético.
Los jugadores no dejaron pasar la ocasión. Se pusieron su mejor traje y salieron a jugar a fútbol, por momentos, como los ángeles. Incluso ese ‘demonio’ de nombre Adnan y de apellido Januzaj se puso alas para guiar la mayoría de las acometidas realistas. El belga sacó a relucir todo esa calidad que se le presupone para volver loco a cuantos rivales le iban saliendo al paso. Lástima que no lo haga con una mayor asiduidad, aunque si lo hiciera, no estaría vistiendo la zamarra blanquiazul. Pero no solo brilló con luz propia el bueno de ‘Janu’. Lo hizo la mayoría, incluido Juanmi, que terminó sin camiseta tras volverse loco en la celebración de ese 3-0 que también hizo que perdiera el juicio un campo, Anoeta, necesitado de alegrías como la de ayer.
Y ahora nadie quiere que se acabe esta Liga, la afición espera que llegue el derbi del sábado 28 y sigue preguntándose por qué tanto tiempo perdido. Pero lo de ayer ya no se lo quita nadie
Los futbolistas se lucen a costa de un grande que solo hizo ‘huy’ a balón parado