Una kalinka para Tite
Willian José da un recital ante los ojos de Sylvinho que le puede llevar a Rusia
Dicen que los brasileños nacen con un balón pegado a sus pies. Que pasan su infancia jugando en cualquier calle de cualquier barrio del país sudamericano, que siente el fútbol de una manera diferente. En alguna de esas calles de Porto Calvo, una ciudad a medio camino entre Recife y Salvador de Bahía, creció y jugó Willian José. Como todos su compatriotas, cada vez que salía a la calle a jugar visualizaba un sueño: el de su figura enfundada en la canarinha.
Por eso no debe ser fácil gestionar al ansiedad en una tarde como la de ayer, en la que sabía que estaba en la grada Sylvinho, la mano derecha de Tite, seleccionador de Brasil. El técnico había recorrido medio mundo para ver en acción al delantero de la Real.
Pues bien, no pudo canalizar Willian de mejor manera toda esa tensión porque se sacó de la chistera un auténtico partidazo. Dio un recital el brasileiro y bailó una kalinka ante los ojos de quien le puede llevar a Rusia.
El segundo de Tite pudo comprobar cómo Willian José sabe pelearse con la mejor defensa del mundo. Vio cómo es capaz de sujetar balones de espaldas, cómo sabe jugar de primeras, cómo sabe asistir y cómo sabe marcar cuando le ponen un balón en disposición de remate. Exhibió las mejores de sus virtudes y, si el encuentro ante el Atlético debía servir para emitir un juicio definitivo sobre su presencia en el próximo Mundial, este sólo puede determinar que el ariete txuri urdin estará entre los 23 brasileños que defenderán a su país desde Moscú hasta Ekaterimburgo.
Willian José fue un incordio constante para Savic y Godín y se lo demostró desde los primeros compases del encuentro, cuando comenzó una preciosa pelea cuerpo a cuerpo que el colegiado supo permitir sin demasiadas interrupciones. Quedó para el disfrute del espectador cómo cuerpeaba del delantero cada vez que pinchaba un balón.
El sudemericano ya rondó el gol en un par de acciones antes de que, en el minuto 27, un Januzaj que ayer se convirtió en su mejor socio, pusiera un centro al corazón del área. Willian olió la sangre y le pegó al balón con violencia, a un costado, a sabiendas de que tenía enfrente al que probablemente
La pregunta puñetera Habríamos visto esta Real antes si el Consejo hubiese sido valiente con Eusebio?
es el mejor portero del mundo. Ni entre Oblak, Ter Stegen y De Gea juntos habrían podido detener ese misil raso que astilló el poste de la portería atlética antes de besar la red.
Primer toque genial
En la segunda mitad, la Real tuvo la opción de salir al espacio y ahí encontraba en el ariete brasileño el pivote perfecto para tocar de primeras, apoyarse en un compañero que venía de cara y salir disparado en busca de un centro con marchamo de gol. Así estuvo a punto de hacer el 2-0, pero cruzó demasiado su remate.
El segundo de la tarde prefirió regalarlo con una maniobra de maestro. Prolongó de exterior un pase interior de Héctor Moreno para dejar a Juanmi solo ante Oblak. Poco después fue sustituido y entonces Sylvinho pudo comprobar que el crack de Porto Calvo tiene a Anoeta metido en el bolsillo