LA FINAL DE LOS CAMPEONES
Barça y Sevilla, con 30 y 9 títulos en lo que va de siglo, se juegan hoy una Copa y un doblete Los azulgrana, reyes del torneo, aspiran a un póquer de Copas inédito en toda su historia Valverde apuesta por su once de gala más Coutinho y Montella, por evit
Más allá del guión y del resultado, la final de la Copa del Rey de hoy entre Barça y Sevilla (21.30 h./La 1) se intuye un partidazo. Al menos en el encabezamiento. A los dos equipos les avalan un historial de títulos y finales que garantiza competitividad y emoción. El Barça, ya Rey de Copas con sus flamantes 29 títulos, puede ligar un póquer de cuatro consecutivos que nos remontaría a gestas de principios del siglo pasado de Madrid (1905-08) y Athletic (1930-33). En lo que va del XXI, el orgullo azulgrana ha levantado un total de 30 trofeos, 25 solo en la última década. El Sevilla también ha sabido engordar su autoestima y palmarés jugado 17 finales y ganando 9. Dos colosos del fútbol europeo capitalizan el interés del fútbol.
“La aventura va a ser difícil”. La frase pertenece a Ernesto Valverde y la pronunció en Bilbao poco antes de acudir a Barcelona para su presentación oficial. Y ese reto de ser el técnico del Barça le ha llevado hasta el día en que puede levantar su primer título culé. El camino le ha resultado empinado, duro y, en ocasiones, plomizo. No quiere renunciar al éxito, al doblete, que le espera en la cima.
Sabe, de verdad, lo que cuesta. Derrapó en alguna curva, como en Roma, y de aquella caída aprendió a levantarse. Se exige esta Copa y la exige sus jugadores. La presión es máxima para todos. Esta plantilla no se confía por llevar tres seguidas en la mochila. La costumbre no les hace favoritos. En Champions lo fueron y el destino les engulló. No le habrá hecho falta recordarles a su plantilla que en 2016 le ganaron una Copa precisamente al Sevilla en la prórroga, con goles de Alba y de Neymar. Es un momento cumbre.
El himno, la grada y Leo
No valen las distracciones. Ni deportivas ni políticas, aunque en Madrid le dediquen minutos y reportajes al debate sobre los silbidos al himno. Lo que de verdad debe pi-
tar es su fútbol. Por eso, el ‘Txingurri’ alineará a su equipo de gala, al mismo que ha pilotado el transatlántico hasta el Wanda. Coutinho es el elegido para completar el once, aunque Paulinho o Dembélé tienen sus opciones.
El Barça viaja hoy mismo. El Sevilla lo hizo ayer, después de pasarse tres días concentrado en Marbella. El ruido de la Feria de Abril resulta hipnotizador. Vincenzo Montella se ha pasado el tiempo pensando en su equipo, porque si lo hiciera en el Barça, ha confesado, “no podría dormir”. Su única obsesión es que el balón no le llegue a Messi. Y le llegará.
El italiano ha ocupado su tiempo tratando de remendar un equipo alicaído. Su Sevilla hace un mes que no gana, siete partidos, desde su histórico triunfo en Old Trafford ante el ManU. Está en juego la Copa, la sexta de su historia, que no ganan desde 2010, pero también ir a la Europa League. La Champions es imposible. Esta carta desesperada se la jugara con los de siempre, con el ‘tocado’ Muriel en ataque. En las últimas horas se había especulado con Sandro. Él también se juega muchísimo