El United, finalista de la FA Cup
El cuadro de Mourinho se niega a cerrar el año en blanco, elimina al Tottenham y espera al Chelsea o al Southampton en Wembley
El arte de ganar no solo consiste en jugar bien, sino también en ser eficaz y en gestionar la renta. Una cualidad innata del United, heredada de Mourinho, finalista de la FA Cup después de que su equipo eliminase al Tottenham en las semifinales (2-1). No fue una exhibición, ni mucho menos un partido brillante pero suficiente para contrarrestar el buen gusto que tiene el cuadro de Pochettino, apeado ocho veces en esta fase de la competición.
De inicio, sin embargo, maniató al United, fulgurante en Wembley. El propio escenario fue una primera ventaja para Pochettino, que aceptó el papel de anfitrión en una cita en la que Mourinho se sintió incómodo. Como le ocurrió en la Premier, también en Londres, su rival marcó el terreno a los pocos segundos. Un disparo de Kane y dos saques de esquina amedrentaron al United, casi siempre rezagado durante el primer tiempo.
Apelmazado atrás, el United acusó ese miedo tempranero. En apenas tres toques, el Tottenham desarticuló a los diablos rojos, sin necesidad de elaborar para llegar a meta. Davinson Sánchez envió un balón al espacio, Eriksen interpretó el desmarque y Alli se ofreció, libre de marca, para embocar a la red (10’). Acostumbrado a frustrar las virtudes del rival, Mourinho descuidó las propias y el peligro del Manchester United se redujo, precipitado una vez tras otra. El United abusó en demasía del pase largo, falto de pausa, pero el Tottenham le devolvió a la semifinal. Más bien fue cosa de Dembélé, cuyo error en la salida permitió la recuperación de Pogba, que encontró la testa de Alexis Sánchez en el segundo palo (24’).
El Tottenham, no obstante, no cambió. No lo hizo porque no renuncia a su idea, dinámico en el último tercio de campo. Solo le faltó algo de tino ante De Gea, superior hasta llegar al meta español. Cuando se desorganizó el United, el cuadro de Pochettino causó estragos en la transición, siempre hábil cuando el balón cayó al pie de Eriksen y de Son. Pero el 1-1 consiguió refrescar a los de Manchester, más en el aspecto anímico
que en el deportivo, lejos de su mejor versión.
Suerte y eficacia del United
Se alió la fortuna con los diablos rojos antes del intermedio, salvados por la madera tras un remate lejano de Dier. Una narrativa con tintes similares al del derbi de Manchester. Perdonó en su día el City y también lo hizo el Tottenham. El United, en cambio, remontó con facilidad. El físico de Lukaku y el carácter de Alexis Sánchez decidieron a favor del equipo de Old Trafford en una acción resuelta por Ander Herrera, preciso en su llegada (62’). Sin demasiados argumentos, el United enterró las ilusiones de un Tottenham que lo intentó sin éxito. Mourinho no podía fallar. El United se niega a cerrar el año en blanco