EXTRATERRESTRE
Nadal, hoy (14.30 h) a por el 11º título en 12 finales en Montecarlo, ante un Nishikori de vuelta tras lesión Tras ganar a Dimitrov y aún en pista, el nº 1 envió un mensaje por el móvil a Moyà para irse a entrenar
Rafa Nadal disputa hoy (14.30 horas/Movistar+ Deportes 2) su duodécima final en el Masters 1.000 ATP de Montecarlo. Aspira a un undécimo trofeo, el 76º ATP y 54º en tierra batida. A los 31 años continúa en modo extraterrestre, por su rendimiento y deportivo y, sobre todo, la actitud con la que afronta los retos a diario.
Llega la cita definitiva sin entregar un set, ha ganado los últimos 24 disputados en arcilla sumando Roland Garros 2017 y el España-Alemania de Copa Davis. Ha concedido en los cuatro encuentros en este Montecarlo 16 juegos. Resolvió la semifinal con el búlgaro Grigor Dimitrov, nº 5 mundial, por 6-4 y 6-1 en hora y media. Su último rival también será de postín, el japonés Kei Nishikori, que sumó más desgaste para batir al alemán Alexander Zverev: 3-6, 6-3 y 6-4 en 2h.14’, tiempo que añadir a las casi tres horas del viernes ante Marin Cilic.
El nipón, 28 años y 36º ATP, está definitivamente de vuelta dejando atrás los cinco meses fuera de las canchas por una operación en la muñeca derecha. Se crió en pista dura, pero la tierra batida tiene mucho de talismán para él. Basta con recordar sus éxitos en el Godó 2014 y 2015, mismo escenario donde perdió la final de 2016 ante Nadal, que presenta un balance favorable entre ellos de 9-2, 3-0 en arcilla. “En tierra, el rey es Nadal. El dominio mostrado esta semana es una locura”, apunta Nishikori.
El número uno mundial, que mantendrá a costa de Roger Federer si levanta esta tarde el trofeo, no deja de asombrar desde que en 2005 entrara como un trueno en la élite. Conserva el mismo afán de
superación porque deportivamente pertenece a otro planeta. Como ejemplo, su comportamiento después de batir a Dimitrov, en un choque muchas veces trabado. Con Rafa sin el acierto en el saque
y el ‘drive’ de días previos. No dejó de trabajar el encuentro con tanto tiento como determinación. A falta de tiros definitivos, más estrategia y paciencia: a buscar el revés del búlgaro y hacerle correr hasta ponerlo contra las cuerdas. Con 5-4 en el set inicial, décimo ‘game’ comprometido al saque para Dimitrov, que hizo aguas con dos dobles faltas. Y se acabó, el centroeuropeo no quiso pegarse más contra el muro manacorí.
Saludo protocolario en la red, cálido porque su relación es excelente, y Rafa rápidamente hacia su silla para coger el teléfono móvil y empezar a teclearlo con afán, delante de todo el mundo. Ni saborear el triunfo, inmediatamente pensando en la final: “Era un texto para Carlos (Moyà), para que reservara pista de entrenamiento ya”. Con su técnico se marchó a “pegar derechas que creo necesito para mañana (hoy)”. No le gustó que su derecha se hubiera quedado corta, falta de agresividad, y puso remedio inmediato. A recobrar las sensaciones positivas de otras jornadas, y a por la final
Rafa Nadal Envié un mensaje a Carlos (Moyà), para decirle que reservara rápido una pista de entrenamiento. Quería pegar algunas derechas que creo necesitaba para la final” Es difícil imaginar que se pueden jugar doce finales en Montecarlo. Y más haber ganado diez. Pero en nuestro deporte hay que avanzar y tengo otro partido que jugar” Kei Nishikori En tierra el rey es Nadal. El dominio que ha mostrado esta semana es una locura”