Dos ejemplos a su manera
Qué partido más raro, en todo caso memorable a pesar de no haber objetivos deportivos, el del sábado. Por un lado, se despiden dos elementos inherentes a la historia reciente de la Real, una leyenda viva como Xabi Prieto y un jugador admirable y admirado como Carlos Martínez. Por otro, en el banquillo visitante se sentará quien puede hacerlo en el local la próxima temporada, Asier
Garitano. Por si fuera poco, será el último partido del viejo Anoeta, de ese estadio frío y con unas inservibles pistas de atletismo que hemos conocido. La atención la concitarán, no obstante, los que dicen agur, dos futbolistas que, a su manera, encarnan dos ejemplos a seguir para próximas generaciones. Prieto, por su ejemplo de fidelidad a unos colores a pesar de gozar de un talento único que le pudo llevar a otras latitudes y a llenar más sus arcas y también por esa capacidad de sacrificio y entrega absoluta a su profesión que le hicieron evolucionar futbolística y físicamente -pasó de tirillas a Hulk en una década-. Carlos Martínez es la prueba de que uno puede aspirar a ser un jugador de elite y contar para los entrenadores sin ser un elegido técnicamente. ‘Charly’ siempre fue consciente de sus limitaciones, pero nunca se arrugó e intentaba el séptimo centro a pesar de pifiar los seis anteriores. Con amor propio y corazón también se consigue. Es curioso que a pesar de ser Prieto un futbolista más talentoso, con más partidos y goles a sus espaldas, mucho más decisivo y capital para su equipo, Martínez haya sido más mimado por el público. El ‘10’ nunca tuvo una peña, como Charly, ni un cántico propio y no fueron muchas las ovaciones que se llevó hasta este año, a diferencia del lateral. Probablemente, la gran ovación le llegue este sábado. Se les echará mucho de menos