Una victoria para Joaquín
Juan Pedro López, del Polartec Kometa, se convierte en el primer líder tras levantar los brazos en Irrisarriland
Juan Pedro López (Polartec Kometa) era, como aproximadamente la mitad de los niños de la provincia de Sevilla, un incondicional del Real Betis. Él quería ser como Joaquín y para eso se entrenaba cada día con su equipo de fútbol. Para él, el ciclismo, la pasión de su padre, cicloturista, pasaba desapercibido y se imaginaba marcando goles en el Benito Villamarín como su ídolo.
Pero todo cambió para él cuando se suspendió un entrenamiento de su equipo a los 12 años. Se subió a la bicicleta, se echó a la carretera y descubrió su gran pasión. Y también descubrió que tenía un don para dar pedales. Tan es así que se involucró en el equipo de Trebujena y corrió en el Club Ciclista Galapagar antes de que la Fundación Alberto Contador le echara el guante en 2015 para trabajar con él y formarle como ciclista. Ahí ya empezó a mostrar madera de campeón, como se demostró ayer en Irrisarriland, donde este chaval, natural de Lebrija, alzó los brazos para convertirse en el primer líder de la Vuelta al Bidasoa, todo un trampolín hacia el profesionalismo.
Demostró unos nervios de acero cuando una parte del pelotón se fue al suelo a falta de diez kilómetros y se plantó solo bajo la pancarta de meta en la única llegada en alto de la prueba. A seis segundos aparecieron Tiago Antunes y Joel Nicolau.
Demostró que cuesta arriba se siente como pez en el agua al soltar a sus rivales en los últimos repechos para lograr una renta que en esta carrera puede ser importante.
Es la segunda victoria de la temporada para él, que ya consiguió festejar en el prestigioso Trofeo Guerrita y que le dio al palo en la Aiztondo Klasika, donde fue tercero. Pero, más allá de su capacidad rematadora, desde su salto a Sub23
ha demostrado una gran regularidad en las vueltas por etapas, con lo que podemos estar ante un claro favorito al triunfo visto su comportamiento en las primeras rampas de la carrera.
Hoy, Jaizkibel
Hoy tendrá la primera prueba con el maillot de líder, puesto que tendrá que defenderlo en las rampas de Jaizkibel y, sobre todo, en la bajada hacia Hondarribia, donde los nervios y el mal tiempo pueden ser enemigo de más de uno.
Hasta entonces, un recorrido habitual por las carreteras guipuzcoanas, con muchos ascensos y descensos propicios para las emboscadas y para buscar desestabilizar el pelotón prácticamente desde el banderazo de salida.
Al día siguiente llegará Orio, el alto de Aia y demás trampas. La Vuelta al Bidasoa ya está aquí y no dará tregua hasta que el sábado en Irun corone al próximo rey en categoría Sub-23. Aquí han ganado Amador, Rybakin y otros que ahora dan guerra en el pelotón profesional