“LA REALIDAD HA SUPERADO EL SUEÑO”
Andrés Iniesta, capitán del FC Barcelona
Andrés Iniesta cumple hoy 34 años a menos de una semana y media de poner punto y final a más de media vida en el Barça. Campeón de todo lo habido y por haber como azulgrana, llegó a La Masia con 12 años y se marcha 22 después con la sensación del deber cumplido. Ejemplo de compromiso intachable dentro y fuera del campo, el genio de Fuentealbilla vive días con la sensibilidad a flor de piel. El domingo 20 jugará por última vez en el Camp Nou ante la Real Sociedad. El barcelonismo llora por su marcha pero agradece eternamente su legado futbolístico y humano.
Se acaba un viaje de 22 años. ¿Cómo lo definiría?
La realidad ha superado el sueño. Ha sido un viaje maravilloso.
Le quedan nueve días en el Barça. ¿Cómo lleva la cuenta atrás?
Se vive distinto, con algo más de intensidad, saboreándolo todo. Cuando se acerca el final, todo es más sentido. Intentaremos que los últimos días sean bonitos, emotivos y tengan ese sabor de orgullo, felicidad y nostalgia.
Hoy es su 22º aniversario y último jugando en el Barça. Mirando atrás con 34 años, ¿qué le viene a la cabeza?
Lo que uno quiere como persona es sentirse bien, feliz, realizado y en este tiempo ha sido así con sus momentos difíciles o menos agradables. Estoy contento, sobre todo actualmente.
¿En qué soñaba cuando cumplió aquí 13 años?
En ir creciendo e intentar llegar al primer equipo y jugar en ese estadio que veía cada día a todas horas. Con el paso del tiempo lo logré.
¿Ha imaginado el momento de vaciar la taquilla del Camp Nou?
No mucho pero ya irá llegando. Son momentos emotivos porque han sido muchas cosas.
¿Cómo se le queda el cuerpo a uno tras ver a estadios en pie o el aplauso de un minuto en la sala de prensa?
Como siempre he dicho y os he dicho es maravilloso. Tengo un agradecimiento increíble a toda la gente que se muestra de esa forma. Como persona y deportista, es brutal. No hay palabras que describan esa sensación.
¿Qué pensaba en el banquillo del Wanda cuando lloraba al acabarse la final de Copa contra el Sevilla?
Muchas cosas. Roma fue un palo muy duro para todos y después teníamos la final. Sabía que sería mi último título. Ver cómo la afición del Barça y la del Sevilla coreaban mi nombre al cambiarme fue algo muy emotivo. No pude remediar ese momento. Será uno de los grandes recuerdos que me llevo.
¿Es consciente de que hay mucha gente que ha llorado a la vez?
Son situaciones que se viven muy intensamente. Todos somos personas y muchas me han visto durante muchos años. Uno no quiere que llegue ese momento pero si llega así y con estas sensaciones, pues mucho mejor.
¿Por qué se quiere tanto a Iniesta en el mundo del fútbol?
De forma consciente, no he intentado hacer nada que no sea mostrarme como soy y hacer las cosas como creo que deben ser, al igual que representar al club y la selección. Me he mostrado como una persona normal en un mundo que es complicado. Al final he transmitido valores muy positivos que me han enseñado mis padres y en todo el camino hasta aquí. Después es la gente quien decide si le despierto cosas positivas al verme.
¿Qué es más fácil ser o jugar como Iniesta?
Supongo que ser porque me considero una persona muy normal, muy de la calle. Me gusta porque soy así, ni mejor ni peor que otra persona. No juzgo al resto de la gente. Me muestro como soy y como entiendo que debo hacer las cosas.
Dijo que esta temporada se ha exprimido al máximo. ¿Cuándo dijo en casa que era la última?
Hace un año o año y medio la idea de que cada año podía ser el último empezaba a correr por mi cabeza. Este me lo tomé como un reto personal. Si era el último, tenía que ser de la mejor manera y espectacular. El pasado fue atípico y las sensaciones no fueron buenas. A nivel colectivo, ha sido una gran temporada con dos de los tres títulos y a nivel individual me he sentido muy bien. El cuerpo técnico y los compañeros me han tratado fenomenal.
A Valverde se lo comunicó hace mes y medio. ¿Cuándo se lo dijo a Messi y cómo reaccionó?
Llevamos mucho tiempo compartiendo cosas y hablamos de todo. Cuando eres quien eres y llevas tanto tiempo en un sitio, la gente entiende cuando le expones las cosas. Yo sé que mis compañeros y el club quieren que me quede pero esto es un tema personal donde analizo muchas cosas.
En los últimos partidos parece que se buscan incluso más viendo acercarse el final.
No lo veo así. Nos hemos buscado siempre porque Leo es el jugador más determinante. Le buscan todos. pero tenemos una complicidad dentro del campo que sin mirarnos sabemos lo que hará uno y el otro.
No le pida que se vaya con usted...
No (risas). Él tiene que estar unos cuantos años más aquí e intentar seguir ganando títulos. Siempre he dicho que con él hay más porcentaje de que caigan los títulos.
Se le veía radiante tras el Clásico, liberado tras el anuncio. ¿Fue distinto a la final de Copa?
Sí, fueron escenarios diferentes. Era mi último Clásico pero no dejó de ser un partido más entre comillas. En cambio, la final era ese partido que tenía grabado a fuego que solo podía salir bien y fue así. Es normal, desde que comuniqué que no iba a seguir, las cosas son distintas y saben hasta raro porque sabes que no vas a estar aquí. Verme fuera de aquí se me hace un poco extraño.
Aparte de que no se vaya, ¿qué es lo que más le dicen por la calle?
Lo más bonito que se le puede decir a alguien: gracias. No hay una palabra que defina mejor la sensación de orgullo que gracias.
¿Y sus hijos cómo lo llevan?
Bien, la que más se entera es Valeria, que tiene siete años. Paolo Andrea tiene tres y es pequeño aún. Sabe dónde estoy pero con la exactitud de Valeria.
Hemos visto tweets de mucha gente. Uno espectacular de Marchisio. ¿Qué llamada o mensaje le ha impactado o sorprendido más?
Sería injusto quedarme con alguno. Esos días estuve desbordado emocionalmente. Me acuerdo que la noche de la despedida estaba como si hubiera jugado tres partidos seguidos. me había quedado sin energías de tantas cosas bonitas. Está el tweet de Marchisio, de entrenadores, de federaciones territoriales... De verdad que no me llegaría el agradecimiento a todos. Por ejemplo, la ovación de Riazor cuando su equipo baja a Segunda no tiene calificativo. Las palabras de Quique Setién, Pirlo, Zidane el otro día, Guardiola... Es mucho lo que he recibido y lo guardo en mi corazón para siempre.
¿Cuál es la obra de Andrés Iniesta en el Barça?
No sé, es algo más para la gente que
pueda opinar que para mí. Siempre he intentado ser un gran deportista, una gran persona y en estos 22 años cada uno podrá catalogarlos como crea.
¿Quién le gustaría que cogiera el dorsal ‘8’ la próxima temporada?
Da igual. A quien le guste. Siempre será uno de mis números favoritos y un número que ha hecho historia en el club donde quise triunfar cuando vine con 12 años y lo conseguí.
Se fue Xavi, se va Iniesta y algún día se marchará Messi. ¿Tiene un mensaje para tranquilizar a la afición?
Es ley de vida. Es verdad que hay muchos jugadores marcados por este estilo, por ganar de una forma muy determinada. Si se juntan muchos de estos, es más fácil que salga esa forma de interpretar el fútbol. Pero el fútbol cambia, como los momentos. Ni mejor ni peor. El club seguirá ganando y perdiendo como siempre ha sido. Lo importante es que el club tenga clara la hoja de ruta, que potencie la cantera y lo que deba potenciar para conseguir jugadores del perfil que a este club le ha dado tantas cosas. La filosofía está clara y a partir de ahí hay formas de mejorarlo y también hay que adaptarse al momento actual de cada fútbol. Es un aprendizaje en el que el club no puede quedarse atrás
672 partidos que serán 674, 32 títulos, 9 Ligas, 4 Champions, 6 Copas... Récord en todos los títulos. ¿Le queda alguna espina clavada muy dentro?
No. ¿París? (Risas). A ver, espinas te quedan cuando pierdes pero en fútbol no siempre se puede ganar. Si no, no existiría el fútbol. Las derrotas y decepciones duelen y las victorias las saboreamos. No hay equipos invencibles. Hay que estar preparado para que cuando pierdas, no vuelva a ocurrir.
¿Irse con un doblete era inimaginable en agosto?
No, empezamos la temporada de forma horrorosa pero estaba toda por delante. Tuvimos un muy mal partido en toda la campaña y se nos cayó la Champions pero estábamos con todo para poder hacer otra temporada histórica.
Tiene ofertas para ir donde quiera: China, Japón, Australia, Estados Unidos, Qatar .... ¿Lo tiene decidido?
Tengo muy decidido el sitio a falta de detalles. Todos los escenarios fuera de Europa son posibles ahora y antes también. Hace semanas decían que había firmado por un equipo chino, luego por otro. Hay muchas opciones y en esta semana y media acabaré de tomar la decisión y la que entienda que es la mejor.
¿Qué proyecto deportivo y personal quiere tener en el extranjero?
Un proyecto donde me sienta cómodo y pueda intentar transmitir lo que he aprendido durante tanto tiempo, intentando rodearme de gente de mi confianza. A nivel personal, lo que tengo aquí, es decir, a nivel de márketing, imagen y a nivel de Bodega.
Se hablado mucho de las Bodegas.
Sí, se ha hecho mucho hincapié pero a ver. La principal razón por la que salgo de aquí es deportiva. Vino vendemos desde hace muchos años en China, Japón y muchos sitios pero si al final esa condición de la Bodega interesa, es para las dos partes. Para quien compra porque le interesa crecer y para mí también, pero sería un pack de todo. No deja de ser lo que tengo aquí e intentar trasladarlo a un lugar donde me quieran, me respeten y sienta que vamos a crecer de la mano.
¿Se marca un plazo para volver al Barça? Se va tres años de momento.
Vamos a ver cómo va todo. Es una decisión difícil porque no es fácil salir de aquí. Es un reto, una experiencia nueva a nivel personal y familiar. Habré hecho dos viajes muy importantes: de Fuentealbilla a Barcelona y de Barcelona a donde vaya. Serán cosas nuevas que a nivel personal y familiar nos van a enriquecer mucho. Me apetece. A partir de ahí, veremos qué pasa estos próximos años. Ojalá el día de mañana pueda volver aquí y transmitir lo que he aprendido y lo que creo que es positivo para este club, la gente de la cantera y el primer equipo.
Sus excompañeros Valdés y Xavi estudian ya el curso de entrenador. ¿Se ve en ello tratando con profesionales o más con niños en la formación?
No sé, creo que lo que pasará es que me sacaré el título de entrenador y al final, como todo, empiezas por poco y quieres ir subiendo. Intentaré hacer cosas al máximo y se harán las que me sienta más a gusto y las que más cuadren con las personas que en determinado momento estén.
Llega su cuarto y último Mundial con las máximas aspiraciones. ¿Qué haría si gana otro en Rusia? ¿Alguna promesa? ¿El primer tatuaje?
Es pensar mucho en el sentido de que debemos hacer las cosas muy bien. Hay que tener la parte de suerte para avanzar pero selección tenemos para competir.
¿Qué rivales por el título vislumbra sobre el papel?
Los de siempre pero para nosotros son los del grupo. Tenemos la experiencia del último Mundial y la última Eurocopa y debemos ir tranquilos.
Si no lo gana usted, ¿quién?
Cuando tú no lo ganas, casi te da igual quién lo gane. Pensaremos que lo vamos a ganar nosotros y no pensaremos nada más