Froome resurge de entre las cenizas volcánicas
Todos los favoritos aprobaron el examen del volcán Etna a la espera de nuevos test
Si para todos los ciclistas la etapa de ayer era un examen, más aún para Chris Froome, ya que hasta ahora las sensaciones que transmitía el cuatro veces ganador del Tour no eran las mejores. Su rendimiento en el Etna no fue para lanzar cohetes, pero a su estilo aguantó los ataques de sus oponentes y pasó página en el libro de ruta, algo que no muchos apostaban tras los días previos. Cierto es que no es habitual verle perder tiempo con sus rivales en las grandes vueltas a las primeras de cambio –la última vez fue en el prólogo del Tour de 2017 cuando se dejó 37” con el ganador, Dumoulin, edición que acabó llevándose ‘Froomie’–, pero este desliz parece ya pasar a mejor vida.
Da la sensación que el rendimiento del británico va a ir a más, como él mismo apuntaba al acabar el castigo de ayer. No hay que olvidar que no está acostumbrado a estar a tope a estas alturas de la temporada –éste es su primer Giro desde 2010– y que el estrés del positivo en La Vuelta seguro
que le ha afectado. Pero si algo comparte él con sus máximos rivales es que ninguno ha competido hasta ahora en una prueba de tres semanas. Algunos lo han hecho bien en citas de siete días, pero no en retos de 21, y en esa tercera semana es donde un súper clase como Froome puede marcar las diferencias
Tom Dumoulin “No estuve súper, pero estuve, así que conforme” Chris Froome “Cada día estoy mejor” Simon Yates “No planeamos nada, todo ha salido perfecto” Esteban Chaves “Esto es increíble, ahora a seguir soñando”