Nadie puede con Simon Yates en el Giro
Segunda victoria para el líder de la carrera ayer, por delante de Tom Dumoulin, que le sigue de cerca, en un nuevo paso atrás de Froome
Simon Yates sabe que si quiere llegar con opciones de ganar el Giro de Italia a las puertas de Roma necesita ir ampliando todo lo que pueda la ventaja con Tom Dumoulin. El final de la 11ª etapa ayer, de 156 km, entre Assisi y Osimo, era propicio para ello, de ahí que el de Mitchleton-Scott no se lo pensara dos veces al ponerse en pie en una de las duras rampas finales de adoquines para lanzar el ataque decisivo, sabiendo además que Chris Froome se descolgaba, un día más. Hasta ese momento la etapa estaba siendo preciosa, espectacular, en la que el protagonismo durante muchos kilómetros fue para los fugados Fausto Masnada (Androni), Alessandro De Marchi (BMC) y Luis León Sánchez (Astana), neutralizados a 5 kilómetros de meta después de rodar más de 150 kilómetros en cabeza de carrera.
Justo antes de ser devorado por el pelotón, ‘Luisle’ hacía que no con la cabeza, en una de las negaciones que se iban a producir en un frenético final, que deparó un duelo entre Yates y Dumoulin. En la aproximación a Osimo Yates hablaba con Chaves. Puede que el ‘Chavito’ le dijera que las piernas seguían sin responderle, y que por ello la maglia rosa lanzara el ataque que lanzó al final, sabiendo además que Froome se quedaba una vez más.
En el primero de los muros finales, adoquinados, con rampas de hasta el 16%, en el pueblo de Osimo, en un paisaje con gusto de clásica belga, Zdenek Stybar (Quick-Step) quiso ser protagonista. Saltó a su rueda Tim Wellens (Lotto-Soudal). Ambos tomaron unos segundos, pero el pelotón no iba a permitir ninguna alegría. Primero fueron los FDJ de Pinot los que movieron el avispero, pero al instante fue el propio líder el que se lanzó a la aventura. A menos de 1,5 kilómetros de meta Yates volvía a demostrar que sigue en estado de gracia y se marchó a por la que iba a ser su segunda victoria en el Giro, convirtiéndose en el segundo ciclista británico que gana más de una etapa en una misma edición tras Cavendish, quien lo logró en 2008, 2009, 2011, 2012 y 2013. Dumoulin fue el único que pudo discutirle el triunfo. Saltó a rueda del británico, deleitando a los aficionados, dibujando un gran duelo.
El juego del gato y el ratón. Cara a cara los dos ciclistas más fuertes, apretando los dientes, retorciéndose en sus bicis. El terreno favorecía a Yates, y Dumoulin bastante hizo con entrar 2º, tras otra exhibición de la maglia rosa. El líder detuvo el crono a 3h25’53”, a 2” entró Dumoulin y a 8” Formolo (Bora); con Froome perdiendo 41” en otro día nefasto en la oficina. El líder del Sky decía que lo seguiría intentando, pero en un gesto de sinceridad reconocía que cuando uno no va fino en una carrera como el Giro no puede es- conderse. Todo lo contrario que Yates, quien aseguró que le da más miedo la contrarreloj de 34,2 km que la dureza del coloso Zoncolan. Sabe Simon que Dumoulin ya jugó la carta de la CRI en 2017 y que le sirvió para arrebatarle el triunfo a Nairo Quintana. Luchará hasta la extenuación para evitar que la historia vuelva a repetirse