“HA SIDO UNA HISTORIA CON FINAL FELIZ”
Fue sin duda el gran protagonista del último partido de la temporada en Illunbe para el Gipuzkoa Basket. Jugó al principio y al final, en total casi tres minutos, y no se cortó a la hora de lanzar a canasta. Incluso gran parte de la grada le despidió al grito de ‘MVP, MVP’. Asier de la Iglesia logró un objetivo deportivo, debutar en la Liga Endesa, y otro mucho más importante: servir de altavoz para concienciar a la sociedad sobre la enfermedad de la esclerosis múltiple. Él padece esa enfermedad y se esfuerza cada día por ser lo más feliz posible. Nunca abandona su sonrisa. Fue la gran atracción de la jornada.
¿Qué sensaciones le quedan de todo lo que ha vivido en los últimos días?
La gente espera que diga que estaba nervioso, que estaba hecho un flan, pero no es así. Los minutos que jugué, sabía que iban a ser uno o dos, por lo que los intenté aprovechar. Me puse más nervioso en el vestuario al final del partido donde me asaltaron un montón de cámaras. La gente quería el final feliz, la historia, y yo ya estoy contento con todo lo que ha salido estos días sobre la esclerosis múltiple.
No se cortó en absoluto porque la primera bola que le llegó tiró a canasta...
Ese era el sistema, de lo contrario igual Porfi me cambia antes (se ríe). Tenía que tirar sí o sí, no salió bien el tiro pero les estoy muy agradecido a los jugadores que durante el partido me preguntaron muchas veces si estaba contento. A algunos conocía más, a otros solo de tres días, pero ellos son profesionales de esto y el hecho de que estuvieran pendientes de mí en un partido así es de agradecer.
Sin duda ha logrado lo que pretendía, que todo esto fuera un altavoz para esa pelea diaria por dar a conocer la esclerosis múltiple y ayudar a la investigación.
Sí, ya le comenté al GBC que si lo hacíamos real iba a tener mucha repercusión y así ha sido. Esto es lo interesante, que cuando detecten a alguien con esta enfermedad y me vea, en lugar de venirse abajo, piense en mí, en esa persona que a sus 35 años juega al baloncesto, trabaja y sonríe. Esto es lo interesante, que vean realidades que son así, que se puede ser feliz a pesar de una enfermedad tan grave.
¿A qué sabe la Liga ACB?
A baloncesto. A mí si dentro de tres
semanas me dicen que hay un tres para tres en cualquier población y puedo me voy a jugar. Posiblemente en mis partidos con el Ordizia en la Liga EBA he estado igual de nervioso que el domingo. Lo viví como cuando juego con mi equipo o con mis amigos. Eso sí, tenía poco tiempo y debía lanzar a canasta. Esa ansiedad sí que la tenía, diferente a la que yo tengo cuando juego normalmente.
¿Alarga el contrato para el jueves en Fuenlabrada?
No, no. Ellos tienen que acabar la temporada y el compromiso era lo del domingo contra el Joventut. No sé ni cómo me aguanta la voz porque llevo desde el pasado miércoles sin parar de hablar. Yo tengo mi trabajo, donde están hasta las narices de que me pida días de fiesta (vuelve a sonreír como en toda la entrevista). Con lo del Joventut terminé y estoy muy agradecido al trato del club y a los jugadores.
¿Qué va a hacer con la camiseta de su partido en la Liga ACB?
Posiblemente la done a la Asociación Española de Esclerosis Múltiple y que hagan lo que crean oportuno. Ya les he regalado una a mi novia y otra a mi padre que sé que les va a hacer incluso más ilusión que a mí. Con esto ya estoy contento