Benzema, más juego; Bale, mucho más gol
El francés es el mejor socio de Cristiano Ronaldo, mientras que el galés se agiganta con espacios para correr
En su tercera temporada, llegó mediada la 2015-16, Zidane ha llegado a la conclusión que con 14 titulares se vive mejor que con 11 y su problema es cómo mover sus piezas para encontrar en cada momento el jugador idóneo y que se sientan igual de importantes aunque no jueguen todos los minutos de todos los partidos.
No es fácil. Y menos cuando se llega a una final. Salvo carta sorpresa de tamaño XXXL, Zidane tiene decididos diez titulares. Sólo una duda: Bale o Benzema. Eso significa que Isco, otro de los 14 titulares, ejercerá como tal hoy y el descartado se sentará en el banquillo junto a Lucas Vázquez y Asensio, los otros dos damnificados del plan 14. Esta compleja situación meritocrática, de gustos y rendimientos, permite analizar qué gana y que pierde el equipo con uno u otro en el campo.
BENZEMA Su peor temporada en el plano goleador le castiga sobremanera a la hora de acumular puntos en el carné de la titularidad. Y eso que sus dos tantos al Bayern tuvieron su peso en el pase a la final. A falta de gol, que no de remate, porque rematar, remata pero sin acierto, aporta una fuerte dosis de trabajo colectivo. Es el mejor socio de todos sus compañeros, pero especialmente de Cristiano. Inigualable en el arte combinativo y con facilidad para atraer defensas y generar espacios a sus compañeros.
BALE Está en forma. Ha acelerado en el momento cumbre de la temporada. Su inspiración realizadora invita a concederle una nueva oportunidad. En el fútbol, el gol no puede estar sentado en el banquillo. Se asocia menos que Benzema. Juega más para sí mismo, que para el equipo y busca casi siempre crearse sus propias acciones individuales que acaben gol.
Sufre cuando juega arriba, de delantero, y tiene que jugar de espaldas en los ataques posicionales. Sin embargo se agiganta si tiene espacios para correr y tiene muy bien mecanizados todos los movimientos desde la banda hacia dentro, sobre todo si arranca por la derecha.
ISCO Apunta a la titularidad. Ofrece tanto que su suplencia parece un autocastigo. Con él,
Zidane, además de tener un cuarto centrocampista, busca pausa, asociación, último pase, acción individual. Puede jugar indistintamente en el vértice superior del rombo, como un mediapunta, o tirado a la izquierda para hacer más simétrico el dibujo y mantener tanto en ataque como en defensa el 1-4-4-2, que ofrecen de forma natural Lucas y Asensio. Su única pega es que a veces quiere intervenir tanto, estar en todos los sitios, que juega más cerca de su área que de la rival y Zidane no le quiere para eso.
LUCAS VÁZQUEZ El clásico jugador que encanta a todos los entrenadores. Por eso está también en la selección sin ser titular indiscutible en el Madrid. Específico de banda derecha, cada vez amplía más su zona de influencia y busca espacios más interiores y posiciones de remate. Tácticamente superdisciplinado. Sobresaliente en el aspecto físico. El aliado perfecto de Carvajal en el balance defensivo. En un partido muy físico se convierte en un jugador indispensable.
ASENSIO Un todocampista...a su manera. Su posición natural es la banda izquierda, pero ha jugado de segundo delantero, donde interpreta maravillosamente el juego entre líneas y se maneja por la derecha, a pierna cambiada, para buscar la diagonal y el remate. Más trabajo sin balón del que pueda parecer y un pararrayos para Marcelo cuando este va hacia arriba y baja cuando lo cree importante. Tiene gol. Su remate de media distancia es letal e indescifrable en muchas ocasiones para los metas
Con Isco, Zidane busca pausa, asociación y el último pase