El podio del Giro se decide en los últimos 80 km, con tres puertos de 1ª
El desnivel acumulado en los 90 km finales de la 20ª etapa es de 4.000 metros
¿Será capaz Tom Dumoulin de plantar cara a Chris Froome enla penúltima etapa del Giro de Italia, la última para que sucedan cosas de verdad, y remontar los 40” de desventaja que tiene respecto al británico? Ésta es la pregunta que se hacen todos los aficionados al ciclismo, después de tener que frotarse ayer los ojos en varias ocasiones para dar credibilidad a lo que estaban contemplando. Y no era para menos.
Hoy, y por si hasta ahora el Giro no había sido duro y exigente, los corredores tienen que hacer frente a una etapa larga de 214 kilómetros. Los primeros 129 serán de tanteo, tensos, a buen seguro muy tensos, antes de afrontar el último acto de la 20ª jornada de la Corsa Rosa. 85 kilómetros durísimos, con tres puertos de 1ª cada 20 kilómetros, a cual más exigente. El primer test se afrontará en el kilómetro 146 de carrera, Col Tsecore, 16 kilómetros de subida con una pendiente máxima del 15%. Tras una vertiginosa bajada, llegará la ascensión al Col Saint Pantaleón, otros 16 kilómetros, con pendientes máximas del 12%. Y, para rematar, 19 kilómetros de estresante subida final, al 12% de máxima, hasta desembocar en la estación de esquí de Cervinia.
Tras la exhibición de ayer parece poco probable que Chris Froome, con la experiencia que tiene y el equipo que lo arropa, se vaya a hundir tal como hizo su compatriota Simon Yates. Además, ya va avisado tras la debacle que sufrió el día después de triunfar en el Zoncolan y ayer ya dijo que hoy intentaría rematar el trabajo hecho. A Tom Dumoulin no le queda otra que atacar y atacar, siempre y cuando se vea con fuerzas. Ayer las buscó y nos las encontró. “Soy pesimista, pero veremos a ver cómo despierto mañana. Será difícil”