Un carrusel de partidos y... de exámenes
Oyarzabal, sin vacaciones, acudió a recoger el premio de MD después de pasar la mañana en la universidad
Mikel Oyarzabal ha sido uno de los jugadores que más partidos y que más minutos ha jugado en la Real esta temporada. La competición ha llegado a su fin, pero el futbolista sigue sin descansar. No para. Es uno de los pocos jugadores de la primera plantilla que no está de vacaciones. Y tardará, por lo menos, una semana más en hacerlo. Hoy cogerá un avión desde Bilbao que le llevará a Madrid donde se pondrá a las órdenes de Julen Lopetegui.
Llegará a la capital del Estado con los deberes hechos. Nunca mejor dicho. Porque desde el último partido de Liga en el Camp Nou, a Mikel Oyarzabal no le ha quedado otra que hincar los codos para sacar adelante los cuatro exámenes (Ética, política de empresa, dirección estratégica y dirección financiera) que le quedaban para poner el punto final a tercero de Empresariales. El viernes, el día de la recogida del premio de MD, tuvo que hacer frente a dos pruebas, la última, dirección financiera, y espera que el resultado sea el esperado. Si no es así, todavía le quedará una última oportunidad antes de tomarse el merecido descanso después de una temporada en la que el eibartarra ha ofrecido un rendimiento brillante, algo que le ha hecho acreedor de recibir de Mundo Deportivo la distinción al mejor jugador de la temporada.
La cita era a las 18.30 horas en La Perla y el futbolista llegó acompañado de Jon Ander Munduate, miembro del departamento de prensa de la Real Sociedad. Allí le esperaban algunos de los redactores de Mundo Deportivo Donostia (Xabier Isasa, Ángel López, Mikel Encinas, Arkaitz del Amo, Marta Gonzalo, Endika Santamaría y José Luis Lorenzo), así como el gerente, Fernando Belastegui, Óscar Parrondo, director comercial de La Perla y Juanjo Santesteban, director de la talasoterapia.
Oyarzabal dejó de lado la timidez que le caracteriza, para mostrarse muy cercano, a la vez que agradecido por la distinción. Recordaba la imagen del cuadro. Él fue el encargado de abrir la lata en Mendizorroza. Más allá de cuestiones deportivas, ‘Oyar’ hizo referencia a las académicas y a la llamada de Lopetegui para completar los entrenamientos de la selección absoluta hasta la llegada de los jugadores del Madrid. Dijo sentirse “un privilegiado”, siendo consciente, eso sí, del consiguiente enfado de su novia porque “las vacaciones tendrán que esperar”, comentó esbozando una tímida sonrisa, sabiendo lo que le espera en casa.
Así fue el sencillo acto organizado por La Perla y Mundo Deportivo Donostia en el que Mikel Oyarzabal recibió la distinción al mejor jugador de la temporada. Sobre el verde, no para de correr. Una vez terminada la Liga, tampoco. Oyarzabal tiene cuerda para rato
Hoy cogerá un vuelo Bilbao-Madrid para ponerse a las órdenes de Julen Lopetegui