Según Altuna III, “la clave ha estado en el 13-15”
Un dos paredes de volea corta la reacción de Aimar Olaizola y el campeón amezketarra termina “orgulloso”
Estaba sentando cátedra Jokin Altuna con una tacada de seis tantos y se había adelantado 8-14. Insuficiente para anular la categoría de Aimar Olaizola, que reaccionó hasta el 13-14. Entonces, el amezketarra cazó de volea un dos paredes. Aquel 13-15 fue “la clave” de su victoria, según el nuevo campeón Manomanista de Aspe, “orgulloso” nada más calarse la txapela.
Por lo que expresó en los micrófonos de Euskal Telebista nada más proclamarse vencedor, Altuna III está sorprendido porque “no esperaba poder pasar por estos momentos tan pronto”. Tiene 22 años, esto no ha hecho más que empezar.
Y eso que “estaba muy nervioso” en los prolegómenos de la final, manifestó, matizando que también se encontraba “fresco”. Sudaba a raudales Altuna III, pero siempre daba la sensación de estar respirando con suficiencia. La tensión era inevitable, por otra parte: su botillero, Ekaitz Saralegi, le relajó la musculatura de las piernas ante de su último saque.
“Preparado para la batalla” afrontó Jokin Altuna la final manomanista. La primera en su carrera como profesional. Seguramente no será la última. Fue “un partido muy duro desde los primeros tantos” en su opinión, máxime teniendo en cuenta que “Aimar es un gran pelotari que me dio mucho respeto en todo momento”.
“Vendrán” tiempos peores
Cree Altuna III que jugó bien, que “he acertado” enredando a Olaizola II con el saque y luego en el peloteo. Estaba convencido, en definitiva, de que supo sortear bien un duelo en el que “estaba sufriendo mucho”, más allá de la superioridad que acreditó sobre el navarro en la mayor parte de la gran final del Bizkaia.
Apenas acumula cuatro años en el campo magno de la pelota a mano el virtuoso Altuna III y ya suma un Manomanista de Primera y el último Campeonato del Cuatro y Medio. Maduro como él solo, el guipuzcoano advierte de que “vendrán” tiempos en los que “no jugaré tan bien” como ahora. En honor a la verdad, nada hace presagiar semejante desplome, pero en el deporte no existe el ayer.
Entero y feliz, Jokin Altuna agotó entre su gente las 200 localidades de que disponía para repartir. Prácticamente Amezketa al completo se dio cita en Miribilla para empujar al hijo pródigo. Y el pro- tagonista no se olvidó de ellos pú- blicamente: “Primero dedico esta txapela a la familia y la pareja”, in- trodujo, para agregar a “toda esa gente que se ha desplazado hasta aquí”. Tuvo margen para un gui- ño a “la gente de la costa que no ha podido venir porque no tenía en- tradas”. Conste en acta que el cam- peón de Aspe no se olvidó de nin- guno de ellos
Jokin Altuna No esperaba pasar por estos momentos tan pronto”
Estaba nervioso, pero fresco desde el inicio”
Aimar es un gran pelotari que me dio mucho respeto”
No me olvido de la gente de la costa que no ha podido venir”