La caída en picado de Wawrinka
Campeón 2015 y finalista 2017, cede ante Gª. López y cae del top-250 mundial tras doble operación de rodilla
El suizo Stan Wawrinka estaba acostumbrado a ser uno de los pesos pesados de Roland Garros: campeón en 2015, semifinalista en 2016 y finalista de 2017. Desde que cediera ante Rafa Nadal en la final de la pasada edición, ‘Stan The Man’ vive una pesadilla debido a la doble operación en la rodilla izquierda sufrida en agosto: primero una artroscopia, pero después una reconstrucción del cartílago. “En octubre tuve que empezar de cero”, señalaba cuando anunció que regresaría esta temporada.
A sus 33 años se ha visto abocado a una caída en picado, ya que la articulación ha precisado más mimo de lo que esperaba y los resultados no han llegado: sólo cuatro partidos ganados y siete perdidos, el último ayer chocando de nuevo contra el albaceteño Guillermo García-López, que repitió el éxito inicial de 2014 venciendo por 6-2, 3-6, 4-6, 7-6 (7-5) y 6-3 en 3h.30’.
El de Lausana entregó la ventaja de ‘break’ arriba en la cuarta manga, y su físico no dio para más, teniendo que ser atendido por el fisioterapeuta. “Hacía tiempo que no afrontaba un partido como éste a cinco sets, y en el cuarto ya empecé a flojear físicamente, también porque todavía hay cosas que no puedo hacer en los entrenamientos”, señala.
Recuperó la figura de su entrenador de confianza, con quien vivió los momentos de gloria, el sueco Magnus Norman, pero la rodilla aún no permite según qué esfuerzos en la preparación diaria, y lo acusa.
“No es frustración lo que siento, sino que estoy ante una dura situación. Lo positivo es que he estado cerca de lo que voy buscando”, explicó, subrayando que “estoy más cerca del nivel de mi ranking actual (30º ATP) que del que tendré tras París”.
De los 1.400 puntos que tenía, 1.190 se esfumaron en la capital francesa. Su cuenta quedará reducida a 2010 puntos, que le situarán tras el torneo en la posición 257 de la clasificación ATP. Una vuelta a empezar, con la diferencia de que ahora dispone de una palmarés propicio a que los organizadores de torneos acudan a su rescate en forma de invitaciones para que figure en los cuadros.
“Cuando me he visto perdido es cuando mejor he jugado”, declaraba satisfecho ‘Willy’, 34 años y 67º ATP, que empatizó con su víctima deseándole una pronta recuperación anímica y deportiva