Ganar tras viajar 10 horas en coche
Trungelliti, repescado tras ocho bajas, llegó a París tras 1.035 kms por carretera y se aseguró 79.000 euros
“Para jugar en el cuadro principal de un Grand Slam, no conduces. ¡Gateas si hace falta!”, exclamó ayer el ex top-10 Ernests Gulbis cuando se enteró de la historia de Marco Trungelliti, protagonista del día en Roland Garros por su victoria sobre Bernard Tomic (6-4, 5-7, 6-4, 6-4) previo viaje de 10 horas en coche de Barcelona a París para llegar a tiempo a la firma y disputar el torneo.
Trungelliti perdió el viernes en la fase previa contra el polaco Hubert Hurkacz (6-3, 4-6 y 6-4), de manera que volvió a Barcelona, donde vive con su mujer, con el plan de pasar unos días de vacaciones con la familia que venía de visita. Sin embargo, el alud de bajas en Roland Garros puso sobre aviso a su entrenador y la octava renuncia, de Nick Kyrgios por lesión, le abrió la puerta del cuadro principal como ‘lucky-loser’.
Desde luego, Marco fue un perdedor con suerte, ya que la plaza de Kyrgios le correspondía a Prajnesh Gunneswaran pero, como el tenista indio ya estaba jugando el
challenger de Vicenza, el siguiente de la lista era él.
“Estaba el domingo en casa. Mi hermano, mi madre y mi abuela vinieron la semana pasada y se suponía que venían a verme jugar aquí, pero perdí en la previa. Ya en Barcelona alquilamos un coche y nos estábamos preparando para ir a la playa cuando me llamó mi entrenador. Mi abuela estaba en la ducha y le dije: ‘Nos vamos a París’”, explicó Marco entre risas.
La elección del coche llegó tras comprobar que los vuelos estaban cancelados y el viaje en tren también era azaroso por una huelga. El coche era la mejor opción aunque también fuese la peor para el descanso del jugador, con su partido contra Tomic programado a las 11 de la mañana del lunes.
“Mi abuela tiene 88 años y tenía costumbre de armar viajes con mi abuelo en cinco minutos y así lo hicimos. Yo conduje unas cuatro horas y mi hermano las seis restantes. Escuchamos música, paramos para tomar café y comer. Habré dormido cinco horas como mucho. Divertido, ¿no?”, admitió el argentino, que llegó el domingo a medianoche tras recorrer los 1.035 kilómetros que separan Barcelona de París.
“Todo perfecto, todo por autopista. Para nosotros, viajar 1.000 kilómetros en Argentina no es nada, puedes hacerlos sin cruzar una sola ciudad. Allí sólo tenemos una y nunca sabes si vas a salir vivo de dos horas conduciendo”, bromeó Trungelliti, de 28 años y nº 190 mundial, un currante del tenis bregado en Futures, Challengers y fases previas. De hecho, sólo ha jugado 16 partidos ATP en su vida.
Su apresurado viaje le aseguró ayer 79.000 euros. La suma subirá a 130.000 si también vence a Marco Cechinatto en 2ª ronda. Lo dicho, un perdedor con mucha suerte
Marco Trungelliti Nos estábamos preparando para ir a la playa cuando me llamó mi entrenador. Mi abuela estaba en la ducha y le dije: ‘Nos vamos a París’”
Yo conduje cuatro horas y seis mi hermano”