“Es un momento único” ¡No veía bien hasta hace poco!
Jokin Altuna pasea la txapela manomanista por su pueblo antes de irse de vacaciones “No voy a tener más presión por ir de colorado”, afirma el campeón del Manomanista
La tarde se levantaba perezosa. El cielo era gris y tapaba la cima del imponente Txindoki. Entre las calles de Amezketa apenas había ruido, sólo conversaciones que se oían a lo lejos. Jokin Altuna y todos sus paisanos ya habían montado todo el jaleo posible la noche anterior. El hijo pródigo se acababa de proclamar campeón del Manomanista y ayer paseaba la txapela y el trofeo por un pueblo orgulloso en su silencio.
Subirse al cajón más elevado del podium manomanista “es un momento único” para Altuna III. Trasnochó para celebrarlo, “no sé a qué hora llegué a casa”, añade y ayer por la mañana “no leí nada de prensa”, pero “seguro que la ama me guarda los periódicos” porque “le encanta ver las fotos”.
Altuna III se metió un plato de pasta entre pecho y espalda y mientras, “estuve viendo algunos tantos” de la final que ganó a Olaizola II. Observó que “hubo muchos que fueron duros y bien jugados”. Para el guipuzcoano, “fue un partido con el que la gente pudo disfrutar”, también de “mucho desgaste”, ya que ambos contendientes “queríamos meter ritmo”. Por ello, “jugamos toda la final al límite”, sintetizó Altuna III.
En el turno de profundizar en la final, Altuna III reflexiona sobre que “muchas veces la teoría no sirve para nada”. Aimar Olaizola le invitó al peloteo para endurecer el partido, pero “ya he demostrado que respondo en los partidos lar- gos”. Admite asimismo que “cuando llegué al tanto 21 vi que tenía más opciones” de ganar y que “hasta entonces sentí que el partido estaba peligroso”. En este punto, apuntó que “no era mi objetivo” ganar la txapela del mano a mano.
A la conclusión de la final, Altuna III también fue protagonista por una anécdota de lo más irónica. Su descubridor, Xalton Zabala, abrió la caja de las sorpresas al difundir que el delantero de Aspe ¡no veía bien hasta hace poco! “Más de un deportista ha tenido esos pequeños problemas” de vista, asentía Altuna quitándole hierro al asunto.
Explicó a tal respecto que “llevo lentillas desde hace un tiempo y he notado mejoría. Antes tenía la mirada un poco perdida y en los frontones más oscuros me costaba más ver bien. En la óptica me dijeron que estaban sorprendidos de que pudiera jugar así a pelota”, desveló a los medios con naturalidad.
Altuna III ha conquistado el Cuatro y Medio y el Manomanista en una misma temporada.“Esto es para siempre, pero con 22 años tengo que seguir aprendiendo”, apostilla. Asegura que “no voy a tener más presión” por jugar de colorado todo el año y razona que “ya tenemos bastante de por sí porque se me exige ganar”. A la vuelta de vacaciones se estrenará de colorado. Se le avecina un verano atareado