Ascenso con foto finish
El Pasaia logró un inesperado ascenso a Tercera tras ganar sus últimos nueve partidos y ser líder una única jornada
Desenlace inesperado en la División de Honor Regional, aunque habrá quien diga que se veía venir. De todas formas no deja de resultar sorprendente que el Ordizia, absoluto dominador de la temporada, haya dejado escapar un ascenso que tuvo en su mano y que vio cómo se le escurría entre los dedos con su derrota en Ibarra ante el Aretxabaleta y el empate del sábado en Altamira ante el Hernani. A los de Óscar Peregrina les queda todavía un cartucho con la liguilla de ascenso ante Iurretako y Ariznabarra, pero ahí ya no dependen de sí mismos porque la primera premisa es que uno de los tres equipos vascos que quedan en competición en los playoffs (Cultural de Durango, Portugalete o Alavés B) logre el ascenso a Segunda B.
El premio gordo se fue a Pasaia o, mejor dicho, a Irun. La que muchos consideraban como la mejor plantilla de la categoría tardó en demostrarlo pero, cuando lo hizo, resultó imparable. Los de Carlos García han terminado ganando sus últimos nueve partidos, algo tremendamente complicado en la categoría, y han visto como su sprint final obtenía el premio del ascenso cuando unas semanas antes el horizonte parecía ser la segunda plaza.
Un dato: a falta de ocho jornadas, el Ordizia, que tenía un partido pendiente, aventajaba en 10 puntos al Pasaia, que era cuarto y que además había perdido sus dos encuentros ante los ordiziarras. Sin embargo, mientras que los pasaitarras sumaban los últimos 27 puntos, los del Goierri únicamente lograban 13, propiciando una voltereta increíble porque ni Tolosa ni Hernani supieron aprovecharse de las debilidades de un Ordizia que fue líder durante 19 jornadas y que pese a su descalabro termina como el equipo menos goleado y el máximo realizador. Los números, en ocasiones, no lo dicen todo.
Y es que jugando en Irun y ante el Real Unión no podía subir otro equipo que no fuera el Pasaia. Allí ascendieron en su día a Segunda División el Lorca o el Cádiz. También el Hércules a Primera. E igualmente el Tolosa a Tercera en 2016, aunque este lo hizo en el anexo y no en el Stadium Gal como hicieron el resto, incluido el Pasaia.
Las alegrías de esta última jornada se concentraron en un radio de apenas cinco kilómetros porque en Hondarribia, los locales se jugaban la permanencia ante el Aretxabaleta. Nadie dudaba de que el renacido Urola iba a hacer los deberes en Fanderia frente al Touring, por lo que la única opción de los de Javi Garmendia era sumar al menos un punto. No sin sufrimiento lograron los tres al imponerse por la mínima, por lo que el Hondarribia seguirá siendo el decano de la categoría.
Lo cierto es que de un tiempo a esta parte el equipo hondarribiarra se ha acostumbrado a vivir en el alambre, aunque siempre sale airoso. Había quien en el club se comparaba al Cádiz de los 90, que siempre evitaba de forma milagrosa su descenso, aunque acto seguido recordaba que aquel equipo terminaría descendiendo. De momento el Hondarribia ya lleva 30 años de forma consecutiva en la categoría. Y cumplirá uno más