LAS PERLAS DEL CANTÁBRICO
El Bera Bera y la Real de hockey hierba colocan a Gipuzkoa en lo más alto con sus títulos Esther Arrojeria, Nora Azurmendi, Nereba Belzunegi, María Goena y Ane Erguin celebran las ligas con MD Se identifican unas con otras porque “tiramos de cantera y sen
El deporte guipuzcoano ha celebrado en las últimas semanas dos títulos de Liga gracias a las hazañas del Bera Bera en División de Honor Femenina de balonmano y de la Real Sociedad en su sección de hockey sobre hierba. Dos alirones que colocan en lo más alto a la provincia en general y Donostia en particular y que coinciden en su magno valor.
Entre los 700.000 habitantes que aproximadamente viven en Gipuzkoa y los 186.000 que según el último baremo habitan en Donostia, hay un puñado de deportistas cuya categoría es máxima, no sólo por jugar en la Primera División de sus respectivas modalidades. El título que conquistó el Bera Bera es el decimosexto en su palmarés y el alirón que cantó la Real en Barcelona supuso el duodécimo entorchado de su historia. Campeonas a nivel estatal siendo de un territorio tan pigmeo si se coge un mapa de la península.
MD ha pulsado las emociones que comparten los dos equipos donostiarras. Dos jugadoras del Bera Bera, su capitana Esther Arrojeria y la emergente Nora Azurmendi, más tres efectivas de la Real como Nereba Belzunegi, María Goena y Ane Erguin se juntaron en un enclave tan emblemático como el Palacio Miramar para conocer los entresijos de una gloria que agarran a la vez como un tesoro.
Azurmendi apunta con razón que ganar las ligas “dice mucho de todo lo que nos enseñan desde el deporte escolar”. La pivote del Bera Bera argumenta en tal sentido que “si te inculcan desde que eres pequeña que hacer deporte es bueno, tú te esfuerzas en llegar lejos” y a la postre “salen los frutos”.
Ni el balonmano ni el hockey sobre hierba son deportes mayoritarios. Tanto el Bera Bera como la Real los han elevado al encabezamiento de las noticias. Además, han dado si cabe más razones para que el género femenino sea una herramienta reivindicativa. “El masculino vende más, pero nosotras respondemos siempre y eso tiene mucho mérito”, destaca Azurmendi.
“Se ha perdido el contacto”
El Bera Bera es un ejemplo para la Real y, para más inri, “nos sentimos muy identificadas”, dice María Goena, porque en Bidebieta “también tiran de cantera, como nosotras”. Para la joven txuri urdin, “el corazón te marca en este tipo de momentos. Es querer”, ilustra la jugadora de la Real.
Hace un lustro también se pusieron de acuerdo el Bera Bera y la Real. En 2013 ganaron la Liga. La mañana posterior a su conquista, las de Bidebieta se desplazaron a las instalaciones del Atlético San Sebastián, donde habitualmente juegan las realistas, para ver en directo cómo entonaban el alirón. Ahora “se ha perdido el contacto que había antes”, reconoce Nora Azurmendi.
Nada más verbalizar el distanciamiento que se ha producido, lanza que “habrá que recuperarlo porque somos gente de casa y tenemos que ayudarnos entre nosotras”. Las chicas de la Real asienten con energía: “¡Eso es!”. No hay motivos específicos, simplemente el ciclo de la vida: “La Real ha cambiado mucho su equipo en los últimos cinco años. Ahora somos todas nuevas”, aporta Erguin.
Los escudos del Bera Bera des- cansan en el palmarés más dorado del deporte guipuzcoano. “Ya sólo representar a la Real es un orgullo, sentimos mucho estos colores”, expresan las txuri urdin. Para ellas, “poder enseñar que aquí hay valores y fuerza nos ayuda para crecer”. Una forma de ser que “te- nemos muy inculcada” y que les ha llevado a ganar la Liga, como si fueran perlas en el Cantábrico