“Había un aficionado que se metía conmigo siempre”
“Es cierto que la afición nos veía muy de cerca, pero nosotros a ellos también. Conocía al que animaba de una manera, al que te chillaba, al que tenía la obsesión con otro jugador y se metía con él. Sigo teniendo el recuerdo de las caras porque estábamos tan cerca...”, recuerda Górriz. Alkiza, en este sentido, tiene una anécdota de su época de jugador: “Había un aficionado que cuando salía al campo, se metía conmigo. Se repitió durante años. Yo me preguntaba: ‘¿Tan malo soy?’ Me acuerdo perfectamente de dónde venían los gritos porque era nada más salir del campo a la derecha”