El sueño de Messi empieza por fin hoy contra Islandia
1- Messi y Argentina debutan dispuestos a olvidar el golpe de 2014 3- No lo necesita para estar entre los más grandes, pero Messi quiere el Mundial
Messi no necesita una Copa del Mundo para sentarse a la mesa de los cinco grandes de la historia. Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona -por orden de calendario- ya lo tienen un sillón de honor. Messi la necesita -de todos modos- para tener el honor y la foto que más quiere en su museo. La deuda no es con nadie: ni con el fútbol ni con los hinchas. Es con él mismo. Su imagen más triste fue hace cuatro años: pasó junto al trofeo sin poder tocarlo. Ahora se preparó para hacerlo. Para tocar también el cielo con las manos. Un viaje al sueño que empieza hoy en Moscú contra Islandia...
La preparación fue ruidosa. Messi igual se movió en perfil bajo. Hizo lo que necesitó él. Si alguna vez Guardiola declaró que el aspecto que más le impactaba de Leo era su espíritu competitivo, desde ese lugar se puede entender qué significa para el crack este Mundial. No es pelear con Maradona ni con Ronaldo. Es Messi con Messi. Es cambiar el rumbo de esa pelota que se fue mirando de costado el palo contra Alemania. Leo metió ese gol doscientas veces con Barcelona. Necesita ahora hacerlo con Argentina.
El equipo le dará contención. A Messi le gusta atacar pero no es un lírico que se olvide del retroceso.
Leo tendrá en este Mundial dos laterales para buscar como hacía -salvando las distancias- con Dani Alves o Jordi Alba. Ojalá la Selección tuviera dos así. Igual tiene jugadores Jorge Sampaoli: irán Salvio y Tagliafico. En el medio Messi tendrá contención con sus conocidos Mascherano y Biglia. Algunos ingenuamente pensaron que podía haber Rusia 2018 sin Masche...
La hoja de ruta
Messi irá por el centro. Allí la hoja de ruta planificada es que Leo encare a los centrales de frente. Guardiola alguna vez dijo también que los mejores futbolistas juegan por el centro. Y que por eso lo ubicó de 9 mentiroso. Los goles -algo que avala el concepto- se hacen por allí.
Ya se siente en Moscú el ruido de
los hinchas. Los que ven a Messi en los carteles. Los que se esperanzan por el Leo que no está pintado. El que ahora está por cumplir 31. Aunque tiene el mismo deseo que cuando era una pulga que quería crecer. En esa época el médico que lo atendía le prometió que sería más alto que Maradona. Lo logró. Ahora quiere tener la misma estatura en un Mundial. Pese a que ya tiene su silla en la mesa...