Una nueva Real
Suelen ser los de Mundial unos veranos un tanto remolones, en los que poco se mueve hasta que la gran cita echa el telón. Queda poco menos de un mes para esa fecha, antes de la cual, la Real 18/19 habrá echado a andar. Seguro que a Asier Garitano le gustaría contar con alguna de las piezas que vendrán para cubrir los importantes vacíos dejados por Prieto, Vela o Iñigo. La Real necesita fichajes de relumbrón y entre esas opciones hay jugadores reconocibles como Merino o Meza y a otros que descubrimos sobre la marcha, como Jahanbakhsh, todo un máximo goleador de la Eredivisie, aunque un desconocido que está jugando el Mundial con Irán para el gran público. Sean quienes sean los elegidos, lo que es evidente es que la nueva Real necesita nuevos referentes, jugadores que lleguen para marcar la diferencia y que puedan hacerlo desde el primer día porque este proyecto no puede esperar a nadie si se pretende con él construir un equipo europeo. A esa tarea de encontrar las piezas idóneas para el plantel tendrán que ponerse de inmediato Roberto Olabe y Erik Bretos. Hasta la fecha, el director de fútbol de la Real ha demostrado que el nuevo club que tiene en la cabeza requiere un cambio de cromos a todos los niveles, desde arriba, hasta abajo. No lo ha anunciado aún, pero el gasteiztarra ya tiene preparado el organigrama técnico de Zubieta y, como ha sucedido con el staff del primer equipo, parece que se avecinan cambios. Algunos equipos cambiarán de entrenador, técnicos válidos como Zulaika pasarán a labores de coordinación y empleados con una importante hoja de servicio a sus espaldas como Alberto Iturralde dejarán el club. Será una nueva Real de arriba a abajo. Y Olabe no se puede permitir fallar en lo troncal