Empate y gracias
La selección española empató a dos ante Irán y logró certificar el pase a octavos como primera de grupo tras un mal partido y gracias a un gol de Aspas en el último suspiro, concedido gracias al VAR. Marruecos se adelantó por dos veces en el marcador, pero España logró remontar y un taconazo del gallego en el descuento obró el milagro.
Con la novedad de Thiago en el once, España empezó mandando y con ganas de certificar su pase a octavos de final. En los primeros minutos hubo poco fútbol y mucha tensión. Estaba la selección tanteando aún el terreno, cuando una indecisión entre Iniesta y Sergio Ramos acabó en gol marroquí. Al manchego se le escapó el control de un balón y el andaluz se quedó clavado, sin poder reaccionar. Boutaib se plantó sólo ante De Gea y batió por bajo al meta . Apenas habían transcurrido trece minutos y España ya iba por detrás en el marcador. Incluso la derrota valía en ese instante para pasar a octavos, pero el juego de la selección no era muy esperanzador.
Iniesta se rehizo tras su fallo y España empezó a crecer por la izquierda, gracias a las subidas de Alba, el talento de Isco y la magia del manchego. La reacción llegó rápido y sólo seis minutos después del gol africano Iniesta y Diego Costa trenzaron una jugada a base de paredes dentro del área, que el de Fuentealbilla completó con una de sus habituales ‘croquetas’ antes de asistir a Isco para que empatara el partido.
Tras el gol, el centro de gravedad de la selección se trasladó definitivamente a la izquierda y las mejores acciones nacieron siempre de las botas del triángulo formado por Alba, Iniesta e Isco. Pero la defensa seguía muy insegura y una nueva indecisión, esta vez de Piqué en un saque de banda marroquí, le permitió a Boutaib plantarse solo de nuevo ante De Gea. El remate no fue bueno y el meta sí lo pudo repeler esta vez, logrando así su primera parada en el Mundial.
España empezó entonces a dominar el partido y a acercarse con peligro al marco de Munir. Iniesta protagonizó varias acciones de calidad por su banda, pero Diego Costa no acertó a conectar tras un pase la muerte del manchego. Marruecos se defendió a base de patadas, que el árbitro cortó mostrando cuatro tarjetas en pocos minutos y sólo Ziyach probó a De Gea desde lejos, pero su disparo salió desviado por alto.
El descanso no sólo no serenó a la selección española, que empatando estaba en octavos porque Portugal estaba ganando a Irán, sino que España ofreció entonces sus peores minutos de juego en este Mundial. Amrabat casi lo aprovecha con un derechazo impresionante, pero su remate inapelable se estrelló en el larguero ante la mirada atónita de De Gea.
Tras unos minutos de desconcierto, España dispuso de una doble ocasión para ponerse por delante. Saiss sacó bajo palos un remate de cabeza de Isco y en el córner Piqué a punto estuvo de marcar. Pero fue un espejismo, España seguía sin ofrecer su juego habitual, Hierro no reaccionaba desde el banquillo y el talento de Isco e Iniesta no bastaba para inquietar a una Marruecos que soñaba con la proeza pese a estar eliminada.
Hierro movió ficha en el minuto 72, cuando apostó por Aspas y Asensio en detrimento de Costa y Thiago. La selección seguía sin brillar y en ocasiones incluso asistía impotente a un rondo gigante de Marruecos.Ziyach dio el primer aviso con un remate que desvió Piqué y en el saque de esquina posterior se consumó la tragedia. En Nesyri se anticipó por alto y batió de nuevo a De Gea. Marruecos, eliminada, le estaba dando una lección a la selección, que asistía impotente a la debacle.
España lo intentó hasta el final con más corazón que cabeza y apareció el salvador habitual, Iago Aspas, tras una acción con suspense, al límite del fuera de juego, que el árbitro concedió tras consultar con el VAR. Al final, un empate y gracias tras un partido preocupante