Doble muro y pelotazo a Dzyuba
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Rusia en campo propio con línea de 5 más 4 como primera frontera dejando al gigante Artiom Dzyuba en pelea contra Piqué o Sergio Ramos. Padecieron el infortunio de un gol en propia puerta del central Ignashevich (marcaba a Ramos y dejó de mirar la pelota) pero siguieron atrás. Era su única esperanza de subsistir al margen de encontrar a Dzyuba en balones aéreos directos. Fue tanto el dominio de España que faltas y córners se festejaban en el estadio Luzhniki como si fuesen penaltis.
La Roja opuso un juego de posesión infinita con Koke/ Busquets, Nacho en el lateral y Marco Asensio repartiéndose territorio 3/4 con David Silva e Isco. De los tres jugadorazos, sólo el malagueño consiguió inquietar a los centinelas de Akinfeev. Chocar, chocar y volver a empezar. No olía a segundo gol y toda Rusia defender el plan A. Literalmente
Error con castigo 2
Pases asegurados para llevar el balón de banda a banda pero sin centros al área para Costa. Desaprovechado. España no quería hacer errores y movía pelota esperando lo que no pasó en 120 minutos: que arriesgasen zona Fernandes, Kutepov, Ignashevich, Kudryashov o Zhirkov. Parecía imposible que Rusia inquietara a De Gea pero llegó el penalti. Sin duda, la amenaza aérea de Dzyuba fue tan importante que Piqué levantó el brazo y puso en los once metros al moscovita. Empate injusto, explosión en el estadio y recompensa psicológica a la táctica del ‘cerrojazo Cherchésov’. A seguir bloqueando la ofensiva de España
El ‘punto once’: el débil pasa a tener ventaja 3
Algo que no hemos hecho en este Mundial de Rusia es ‘pelearnos’ por aumentar la diferencia de goles. Hemos cedido hasta el control ante selecciones como Irán y Marruecos y eso nos lastró. O los regateadores rompen pizarras o ganan las multidefensas.
El segundo acto en el estadio Luzhniki fue: balón a Isco Alarcón (‘a ver si puede’) y para realizar todos los cambios. Smolov y Cheryshev a
defender también; Iniesta, Aspas y Rodrigo para atacar de otra forma siempre ayudados por el más insistente, Isco. Andrés certificó un derechazo -dejada de Iago- y en la prórroga Rodrigo también lo intentó, en la individual, pero sin poder batir al inspirado Akinfeev. Desde el minuto 64, Rusia quería llegar a los penaltis y lo logró pese a la factura física.
Llegados al ‘punto once’, Rusia se hizo fuerte y el meta Ígor Akinfeev les metió en cuartos. Inmerecido, injusto, pero pleno en todos los penaltis. Me acordé del Steaua: tu ventaja pasa a ser del más débil cuando llega ahí