Carga legal Lucho es el mejor, pero no tiene claca
Luis Enrique tiene el perfil de seleccionador potencial atendiendo a su currículum como jugador del Real Madrid y del FC Barcelona y a su magnífico palmarés como entrenador en el Camp Nou. Si Rubiales quiere profesionalidad, seriedad y reactivar una selección que ha tocado fondo con el tiki taka, en Lucho tiene una opción inmejorable. Pero a Rubiales le tiembla el suelo bajo los pies. La bulliciosa claca mediática de Florentino está logrando que el presidente de la Federación sea uno de los señalados como culpable del desastre de Rusia y ahora se apresta a levantar un estruendoso circo para influir en la sustitución de Hierro. El triste Hierro nunca estuvo tan lejos de la gloria con una selección desgastada y empachada de minutos, pero sus decisiones ayudaron a pegarse la gran trompada. E l casting de aspirantes a suplir a Hierro es el de amigos, conocidos, clásicos y técnicos laxos. Prima el madridismo con Michel y Guti, el sinpar Paco Jémez y Quique Sánchez Flores. También Quique Setién, con buen gusto en sus equipos, pero tiene contrato con el Betis y Rubiales no quiere repetir lo que le hizo Florentino por la espalda. Luis Enrique llegó al Barça para rescatarlo de una situación similar a la que ahora sufre La Roja, (saturación, posesión estéril, vicios del estilo...) y logró reactivar a una plantilla adocenada que había rechazado el ‘cambio’ con Martino. Lucho ya dejó muy claro en su primer año que no se cerraba las puertas de la selección. No titubeó, al contrario, señaló que le tiraba la Roja y que estaba dispuesto a asumir el reto algún día. L ucho llegó a un Barça viciado, sin rumbo, que atacaba en estático. Aunque el asturiano marcó distancias con el vestuario y se las tuvo con Messi, quien acabó por reconocerle su competitividad, firmó un Triplete, un Doblete y una Copa en tres años. Con él, el equipo volvió a correr, regresó la presión e incluyó las contras como variante. El público recibió bien la apuesta y le adoraba por su determinación, la prensa no tanto. La Roja está en ese punto. O recupera el tono o volverá a la cueva. Pero no será fácil que Luis Enrique sea el elegido. Su nombre causa pánico y en los medios radicales de la meseta se le trata con hostilidad. Rubiales debe decidir un técnico contrastado, que los hay, pero no debe permitir que la corriente decida