La selección vuelve a casa pensando en la nueva era
1- ”Hoy es el primer día de un nuevo proyecto”, afirmó Luis Rubiales 2- Hierro no seguirá y toca regenerar el equipo 3- El equipo llegó ayer por la noche a Madrid
La selección española regresó ayer a Madrid desde Krasnodar tras haber sido eliminada por Rusia. A partir de hoy empieza una nueva etapa en el combinado nacional, que debe ser regenerado por Luis Rubiales. El presidente de la Federación no ha querido confirmar en público que Hierro no seguirá siendo el seleccionador, pero admite que “ahora empieza el primer día de un nuevo proyecto, vamos a buscar nuevas fórmulas”, por lo que queda claro que habrá un relevo en el banquillo.
El cambio también será generacional en el vestuario, puesto que Iniesta confirmó su adiós a la selección, como ya había hecho Piqué, y ayer Silva se llevó de recuerdo un balón firmado por todos sus compañeros, lo que hace pensar en otra baja de un ilustre veterano.
La sensación en el seno de la expedición era de decepción por la eliminación, que consideran injusta ya que entienden que España mereció más que Rusia. La realidad es que la selección vuelve a casa con una sola victoria, lograda ante Irán por la mínima y sufriendo, y habiendo sido incapaz de imponerse a rivales sobre el papel muy inferiores como Marruecos o Rusia.
El Mundial será recordado por el ‘tsunami’ provocado por Florentino al fichar a Lopetegui y la destitución del técnico a dos días del debut, aunque ayer alguno recordaba que Iago Aspas ya advirtió públicamente tras el amistoso ante Túnez en Krasnodar que las sensaciones no eran buenas.
A Hierro el cargo le ha sobrepasado y su falta de experiencia en los banquillos también ha sido determinante. Se dejó llevar por la opinión pública y ante Rusia tomó la decisión de sentar a Iniesta, una apuesta que no le salió bien.
Y los jugadores tampoco han estado al nivel que se esperaba. El más criticado ha sido De Gea, que no ha hecho un buen Mundial, aunque sería un error centrar las críticas en el portero. Los centrales han estado muy lejos de su nivel habitual, especialmente Ramos, el centro del campo no ha sabido dominar el ritmo de los partidos y arriba Costa ha marcado sobre todo en acciones individuales, pero ha faltado juego de equipo. Todo sumado ha supuesto un nuevo fiasco, en esta ocasión tan duro como inesperado, ya que en marzo, tras brillar ante Alemania y Argentina, la Roja era una de las grandes favoritas. Nunca se sabrá qué habría pasado si hubiera seguido Julen Lopetegui