Histriónico Neymar
Esvera Carlos Vela en acción y ver a un futbolista totalmente diferente al de sus dos últimos años en la Real. Es como si hubiera rejuvenecido, como si volviera a disfrutar del fútbol. De hecho, está para hacer las maletas, cruzar el charco de vuelta y enrolarse en cualquier equipo europeo de nivel. Pero no, Carlos Vela no lo hará. Él es feliz en Los Ángeles, como en su día lo fue en Donostia. Solo le hace falta eso para poder ofrecer su mejor versión, porque fútbol y calidad le sobran. En la MLS está marcando la diferencia. Vela sigue dando que hablar. Sus golazos lo hacen por sí solos. Pero su participación en Rusia ha venido a confirmar lo que todos sabíamos, que Vela, si quisiera, podría seguir jugando en la elite. Pero no quiere, no le hace falta. Vela es un jugador diferente a lo que estamos acostumbrados. Él sí que es un ‘rara avis’. Lo es por su forma de entender la vida y, por ende, de comprender este deporte en el que la mayoría de sus protagonistas se mueven única y exclusivamente por dinero, y en el que algunos se empeñan, partido tras partido, en manchar su esencia o su espíritu competitivo. Y sí, me refiero a Neymar, que ayer volvió a darle la razón a sus detractores, que cada vez lo son más. Es un futbolista insoportable, con calidad a raudales, pero tremendamente molesto para la vista por sus gestos histriónicos. Carlos Vela representa todo lo contrario a Neymar. Y quizá por eso la Real tuvo la suerte de contar con la mejor versión que ha ofrecido nunca en toda su carrera deportiva. Será difícil que la entidad blanquiazul vuelva a toparse con un futbolista como el ‘bombardero maya’. Y mira que no le vendría nada mal al equipo de Garitano un jugador de una calidad semejante que marcara la diferencia a base de talento. Quizá lo esté buscando Olabe