Una buena operación
La historia aún no ha llegado a su final, pero lo hará durante las próximas horas. Odriozola se convertirá en jugador del Real Madrid firmando así un desenlace cantado desde hace meses. El donostiarra cambió de agencia de representación el verano pasado en un movimiento que ya parecía encaminado a acercarle al club merengue, en tanto en cuanto quienes gestionan desde entonces sus designios tienen una maquinaria idónea para colocar futbolistas en Chamartín. Hace meses que empezó a ocupar portadas en los rotativos madrileños y eso casi siempre acaba de la misma manera, salvo que el futbolista tenga la determinación de seguir en el club que ama. El lateral no la ha tenido, como le pasa a casi todo el mundo, se ha dejado seducir por los cantos de sirena procedentes de Concha Espina y su historia en la Real se reducirá a una temporada y media en la que tuvo tiempo de debutar, clasificarse para la Europa League, jugar competición europea, convertirse en internacional Sub21, luego absoluto, ir convocado a un Mundial y, por último, firmar el primer gran contrato de su vida con el Real Madrid. Sólo cabe esperar que nunca olvide quién le dio la oportunidad de alcanzar semejantes cotas. Ha sido una Real que con su salida cierra una buena operación. Podría haberse enrocado en la cláusula. Habrá quien considere esa una postura más digna, pero sin duda es más inteligente sacar entre 30 y 35 millones de euros por un futbolista que ocupa una de las posiciones más saturadas en la actualidad y en el futuro. Con Zaldua y Elustondo en el primer equipo y Gorosabel y Sola emergiendo desde el Sanse, Garitano puede estar más que tranquilo y, además, disfrutar de un mayor equilibrio aunque pierda algo de desborde